El Gobierno de la Ciudad de México recuperó más de cinco hectáreas de suelo de conservación en los ejidos del pueblo de San Francisco Tlaltenco, alcaldía Tláhuac, donde fueron demolidas varias viviendas de un asentamiento irregular.

La Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr) de la Secretaría del Medio Ambiente capitalina (Sedema) y la alcaldía realizaron el operativo conjunto dentro del paraje San Miguel las Tablas, a un costado del camino conocido como avenida de Las Bombas, que divide a la demarcación con el municipio mexiquense de Valle de Chalco Solidaridad.

Más de un centenar de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana resguardaron al personal de la Corenadr y la alcaldía en la ejecución del acto administrativo en el que fueron demolidas 16 construcciones con diferentes tipos de consolidación –siete ya concluidas– en un área de 5.43 hectáreas.

Los trabajos se desarrollaron sin incidentes, aunque los propietarios de los predios intentaron impedir la demolición y justificar las construcciones al exhibir un amparo para el cambio de uso de suelo, pero el personal de la Coordinación de Inspección de Corenadr señaló que dicha garantía no salvaguarda ningún tipo de edificación en suelo de conservación.

El asentamiento se instaló pese a los avisos, como el del paraje Tempiluli, donde se advierte que en suelo de conservación la ley prohíbe y sanciona actividades como construir, cambiar el uso de suelo de forestal o agrícola a habitacional y tirar cascajo, entre otros.

Personal de la alcaldía explicó que el paraje es una zona altamente afectada por descargas de cascajo y la presencia de asentamientos humanos irregulares, por lo que Corenadr debió instalar filtros para impedir el ingreso de camiones y evitar que continúen nuevas construcciones y arrojar residuos de demolición y construcción en la zona.

En el operativo participaron, además, cerca de un centenar de integrantes de la Brigada Operativa de Reacción Inmediata y del Centro de Innovación e Integración Comunitaria 5, así como 14 inspectores, todos ellos de Corenadr.

Datos de la Sedema refieren que 59 por ciento del territorio de la ciudad es suelo de conservación, es decir, 88 mil 442 hectáreas, que proveen a la ciudad de oxígeno, captura de partículas contaminantes, permite la recarga de los acuíferos, regula la temperatura de la zona metropolitana del valle de México y alberga 12 por ciento de la biodiversidad nacional y 2 por ciento a nivel mundial.