Un tribunal federal está por amparar a empresas en contra del decreto que prohibirá el uso del glifosato a partir del 1º de abril de 2024, lo que ofrece una esperanza para no disminuir los rendimientos como el del maíz, del cual se espera que este año se importen 20 millones de toneladas, aseguró Luis Eduardo González, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos.

La resolución judicial temida por el grupo radical del gobierno, está basada en evidencia científica que demuestra que el glifosato no es dañino para la salud humana, tal y como acaba de dictaminarse en Europa.

González recordó que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, encargada de supervisar la peligrosidad de los agroquímicos, indicó que no hay áreas de preocupación críticas por el uso del herbicida, y que cumple los criterios con el fin de renovar el permiso para su aplicación, el cual fue concedido la semana pasada.

Esto contrasta con el hecho de que en Estados Unidos el viernes pasado un jurado del condado de Cole, en Misuri, condenó a Monsanto, propiedad de Bayer, a pagar mil 560 millones de dólares a cuatro demandantes por no advertir los peligros del uso del pesticida Roundup, en el cual el glifosato es la principal sustancia activa.

Por su parte, la agrupación consideró que los campesinos han estado en desventaja ante su principal socio comercial, Estados Unidos, al carecer de tecnología que les permita ser competitivos, y ahora se intenta prohibir el herbicida glifosato que ha sido utilizado por más de 30 años en nuestro país y que es una herramienta tecnológica que es indispensable para apoyar en los rendimientos de los cultivos.

González agregó que de octubre de 2022 al mismo mes de este año el costo de la canasta básica, indicador clave de la pobreza extrema por ingresos en el ámbito rural, experimentó un incremento de 4.8 por ciento, lo que significa un aumento de 77.28 pesos. Este crecimiento superó la tasa de inflación anual, que fue de 4.3 por ciento.