La agencia calificadora Moody’s expuso ayer que el presidente electo de Argentina, Javier Milei, enfrenta desafíos políticos extremos con resultados altamente inciertos. Las medidas que Milei prometió durante su campaña podrían, con el tiempo enfrentarlo a abordar los marcados desequilibrios que actualmente paralizan la actividad económica de Argentina, distorsionar los precios relativos y reducir el poder adquisitivo, apuntó el vicepresidente de Moody’s Investors Service, Jaime Reusche.

Sin embargo, Reusche advirtió que las medidas, si se promulgan como se describió durante la campaña, provocarían un ajuste económico abrupto y profundo, colapsando la demanda interna y amenazando la estabilidad financiera.

Además, el Congreso dividido y la presión social limitarían la capacidad para reformas rápidas.

Analistas de Morgan Stanley predijeron un ajuste de al menos 80 por ciento del tipo de cambio oficial del peso en diciembre. Y que era probable que el país negociara un nuevo programa de facilidades extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) relativamente rápido para evitar incurrir en atrasos con el organismo, con el que tiene un programa de préstamos de 44 mil millones de dólares.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, se dijeron ayer listos para trabajar con el presidente electo, Javier Milei, de tendencia ultraderechista.

Esperamos con interés trabajar estrechamente con él y su gobierno en el próximo periodo para desarrollar e implementar un plan sólido para salvaguardar la estabilidad macroeconómica y fortalecer el crecimiento inclusivo para todos, escribió Georgieva en la red X.

China, otro prestamista clave de la tercera mayor economía de América Latina, también felicitó a Argentina por la elección.