Tigres conoce de memoria las instancias finales de la Liga Mx Femenil. Puede que exista el riesgo equivocarse en alguna jugada, pero las felinas avanzan con tanta comodidad que se dan el lujo de hacer malabares para mostrar sus hechuras como candidatas al título. La serie contra Pumas, en unos cuartos de final que dominaron de punta a punta y resolvieron en el estadio Universitario (2-1, 5-2 global), son un reflejo de esa montaña de experiencias que acumula su historia.

Por más que cambien las entrenadoras, el equipo de la UANL sabe cómo llegar a la cita definitiva. Belén Cruz, tan conocedora de los movimientos por la banda izquierda de Jacqueline Ovalle, entró a segundo poste y remató uno de sus servicios para adelantar a las locales. El 1-0, combinado con su ventaja en su visita a la capital del país, obligaba a las auriazules a conseguir una remontada por cuatro goles.

Si en pasados torneos el espec-táculo era uno de los rasgos esenciales de Tigres, ahora lo que funciona es la practicidad. Ese es el sello de la española Mila Martínez, antigua directora técnica de Bravas de Juárez, desde su llegada al frente de las regiomontanas. Lo llamativo es que las gradas del Volcán, como ocurrió el domingo en el estadio Azteca con el América, lucieron en varias zonas vacías y sin el aliento acostumbrado de sus seguidores.

Lideradas por Desirée Monsiváis, abucheada por su pasado con el Monterrey, Pumas trató de despedirse de la temporada con un marcador menos apabullante. Tras intentarlo, la estadunidense Aerial Lyndonna Chavarin aprovechó una mala salida de la portera Cecilia Santiago y emparejó los cartones (62). Quedaba tiempo aún para soñar con la hazaña, pero apareció Stephany Mayor, cabeceando otro servicio de Ovalle y terminando con las ilusiones de su rival.

En las semifinales, las felinas estarán de nuevo a un paso de medirse con su clásico rival, las Rayadas del Monterrey, mientras que en la otra serie está confirmado el América-Guadalajara. Como suele ocurrir desde hace varias campañas, las mejores cuatro clasificadas pelearán por alcanzar el máximo trono del futbol femenil mexicano, hasta ahora en poder de las Águilas.