La calle Mar de la Tranquilidad, en la colonia Ex hacienda Coapa, de Coyoacán, no cumple con su nombre, sino todo lo contrario: es un caos completo por la cantidad de vehículos que llegan a estacionarse hasta en doble fila cuando hay partidos de futbol en las instalaciones del Club América, conocidas como el Nido Águila, donde hay canchas de entrenamiento para el equipo de primera división, sus fuerzas básicas y academia de formación deportiva.

Margarita, residente de la zona y que atiende una tintorería dentro de una placita con siete locales más sobre esa vialidad, explica que todas las tardes, de lunes a viernes después de las 15 horas, y los fines de semana desde las 6 de la mañana, el tramo de esa calle, desde Prolongación División del Norte hasta Calzada de Las Bombas, es intransitable y constantemente tiene que pedir a los conductores que no invadan la rampa de acceso a los negocios.

Esa misma situación la enfrentan residentes del condominio marcado con el número 187, que consta de dos torres con 14 departamentos cada una y donde ayer uno de los residentes discutió con un automovilista que pretendía dejar su auto frente a la rampa del estacionamiento.

El condómino le dijo que no podía dejar su coche allí, contó la portera del inmueble, a lo que el visitante alegó que no estorbaba porque la salida es muy amplia. El vecino le insistió en que respetara la salida de la cochera, y sí se enojó pero se quitó.

En defensa de sus accesos

El problema lo padecen también a diario los residentes de la calle contigua, Carrizal, que es estrecha y de doble sentido, por lo que Roberto, quien habita en la unidad habitacional Residencial Fuentes de Coyoacán, coincidió con su vecina Margarita en que la zona cuando se abarrota de carros es un caos.

Agregó que por esa razón es necesario colocar unos botes para que no se estacionen en el arroyo vehicular, frente a la entrada del edificio porque de otra manera les impedirían entrar y salir del conjunto habitacional, con riesgo de que eso ocurra durante una emergencia.

Víctor Pérez, residente del lugar, explicó que los acomodadores de autos que también dan servicio de lavado contribuyen al problema, pues cuando no hay lugar mandan a los conductores a los accesos de los edificios o permiten que se estacionen en doble fila.