Miércoles 8 de noviembre de 2023, p. 3
Acapulco, Gro., La primaria Manuel Ávila Camacho parecía hace unas semanas como sacada de un libro o una película. A sus estudiantes les basta con mirar por la ventana para tener una vista privilegiada de la bahía de Acapulco a sólo unos metros. Desde el impacto del huracán Otis, el plantel tiene otra realidad, y por los daños que sufrió se advierte que requerirá reparaciones mayores.
Desde antes del meteoro, la escuela, que es una de las primeras que se construyeron en el puerto, ya arrastraba complicaciones. Tras los daños que sufrió por el sismo de 2017 estaba en proceso de remodelación, por lo que hace unos meses comenzaron las obras para reparar unas escaleras que se cayeron y construir una nueva pared perimetral.
Para ello, hace unas semanas se colocaron los mesabancos en el centro de la plaza cívica del colegio, que desde hace unos años está cubierto por un domo.
Pensé que esa cosa no se caería nunca
, indica Jorge Gutiérrez, ex policía municipal contratado como vigilante, mientras mostraba la estructura derrumbada sobre las butacas.
Al momento de la llegada del huracán, Jorge se encontraba en la escuela, pero tuvo que salirse al estar demasiado cerca del mar, en la costera Miguel Alemán, y sin ningún edificio al frente que atemperara los vientos.
En los salones con menos afectaciones hay ventanas rotas y algunas puertas dañadas. El consultorio médico que se instaló para atender a los alumnos ya no cuenta con techo.
Un escenario similar se observa en la primaria José Agustín Ramírez, de la colonia Progreso, y en la Escuela Secundaria Técnica 78, en la colonia Las Playas.
En esta última, la entrada principal permanece bloqueada por árboles caídos, y su domo también está destruido.
Mientras en la primera de la colonia Progreso, además del domo destrozado, las ventanas de varios de sus salones de clases se rompieron.