Morelia, Mich., El lago de Pátzcuaro agoniza, pese a que las autoridades ambientales lo nieguen, aseguró el secretario de la mesa directiva del muelle de San Pedrito y ex jefe de tenencia de la isla de Janitzio, Donato Campos. Tan sólo en la reciente temporada de sequía la orilla del lago bajó casi un metro de altura y no sólo en esta parte de la ribera sino en todo el embalse.

Desde la década de los 80, autoridades comunales de los municipios de Tzintzuntzan, Quiroga, Erongarícuaro y Pátzcuaro aseguraban que el lago, de 260 kilómetros cuadrados de superficie, se estaba degradando por la tala inmoderada, las descargas de aguas residuales, el cambio de uso de suelo, el lodo arrastrado desde las montañas, entre otros factores.

Donato Ocampo afirmó que en la última década la situación se ha complicado, porque aumentó la tala inmoderada por la proliferación del cultivo de aguacate; mientras la erosión crece y millones de toneladas de lodo bajan de los cerros con las lluvias, lo que reduce la cantidad de agua.

El nivel del lago había bajado mucho en 1955, pero tenía profundidad, no había tala clandestina, pero ahora entró en etapa crítica, expresó.

Ahora las embarcaciones arrastran el piso, por eso pienso que en mayo del año próximo vamos a ver las consecuencias, sin contar que este 2023 no ha llovido como hace décadas”, alertó.

El promedio de profundidad de las aguas es de un metro a metro y medio; sólo en zonas pequeñas llega a cinco metros. Se estima que en las poblaciones ribereñas que rodean el embalse hay 200 mil habitantes y ni 30 por ciento de las aguas residuales son tratadas.

Con las primeras lluvias de este año bajaron directamente al muelle de San Pedrito las aguas negras que vienen de la ciudad de Pátzcuaro, que cuenta con 100 mil habitantes, explicó.

Donato mostró lo que era el muelle de San Pedrito, el cual recortaron unos 20 metros, porque “ya está seca la parte donde antes subían los pasajeros a las lanchas con destino a Janitzio.

Ve esas rocas allá arriba, antes había una cruz de madera, hasta allí llegaba el lago, y ahora hay un hueco de varios metros de profundidad que ya no tiene nada. Acá arriba está el mirador que estaba rodeado de agua, y años antes, como a 200 metros de la entrada al embarcadero de San Pedrito hacia el cerro está la casa que habitó el general Múgica (Francisco J.) y hasta allí llegaba el agua, enfatizó el encargado del muelle.

Estamos preocupados, porque aquí vivimos. Nos da mucha tristeza, porque nadie parece escuchar que el lago agoniza. Estamos invadidos de lirio y otras plantas acuáticas. Hay máquinas cosechadoras que retiran el lirio, pero no avanzan, al principio lo ponían a la orilla y actualmente forma parte de la zona de tierra, apuntó.

Piden ayuda federal

Pidió ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador, porque buena parte de la gente de la ribera del lago vive del turismo, y de la pesca muy pocos, porque no hay mucho que sacar.

Fernando Diego, operador de una de las lanchas que va del muelle principal a Janitzio, comentó que desde hace décadas el nivel del agua ha bajado poco a poco, pero hace como seis meses se redujo más el nivel; con la ola de calor empezó a evaporarse.

Denunció que en Puácuaro, municipio de Erongarícuaro, más de 100 pipas están sacando agua todos los días para llevarla a huertas de aguacate de Uruapan y de otras partes del municipio de Pátzcuaro.

Fernando Diego indicó que hace años un río por la salida a Morelia conducía agua al embalse, pero lo desviaron para llevarse e líquido a huertas de arándano del municipio de Lagunillas.

El muelle del embarcadero principal lo recorrieron unos 40 metros, porque las lanchas no podían entrar por el lirio y porque casi estaba seco el lugar del embarque. Las máquinas que sacan el lirio ahora se atoran, lo mismo que las lanchas de pesca.

Propuestas sin soluciones

El dirigente del Consejo Supremo Indígena de Michoacán, Pavel Guzmán, sostuvo que los gobiernos no dan soluciones, sólo promesas. “Cuando se acercan elecciones, surgen por todos lados ‘ambientalistas’ con propuestas, después todo queda en buenos deseos.”

Estudios de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo refieren que se destinaron casi 5 mil millones de pesos en los últimos 15 años al rescate de la cuenca; aunque sin resultados, y cada año el lago pierde un kilómetro cuadrado.

De 1934 a la fecha se han realizado más de 2 mil 300 estudios y proyectos de rescate del lago sin resultados cualitativos, y el 79 por ciento de los habitantes de los municipios ribereños viven en pobreza, según datos del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) de 2015, subrayó el dirigente purépecha.

Por la perdida de superficie es indispensable que en cualquier proyecto de rescate se tomenen cuenta a las comunidades indígenas, porque las propuestas para su saneamiento son de personas que ni siquiera conocen a fondo la problemática, subrayó Pavel Guzmán.

A la fecha más de 2 mil hectáreas de superficie de agua se han perdido y como van las cosas la isla de Janitzio ya no tiene mucho futuro como tal, cada vez se acorta su superficie de agua con la zona de tierra de Jarácuaro, lamentó.