on el tétrico historial que tiene, en el que destaca la permanente violación de los derechos de los trabajadores, resulta de un cinismo ramplón la versión que el tóxico barón Germán Larrea quiere instalar entre la opinión pública, tras suspender temporalmente las operaciones de algunos tramos ferroviarios rumbo al norte de la República de la empresa Ferromex, de su propiedad por obra y gracia de Ernesto Zedillo.

¿En serio el barón está preocupado por la seguridad de los migrantes o en realidad decidió la suspensión operativa porque aquellos, involuntariamente, le impiden el traslado de sus mercancías hacia la frontera con Estados Unidos? ¿De cuándo acá es tan sensible? A todas luces, se trata de un asunto que implica millones de dólares (por lo que le urge limpiar el trayecto) y no de una decisión fraternal, solidaria con las miles de personas que buscan la vida en otras latitudes con todas las carencias y riesgos que ello implica.

La versión oficial asegura que debido al notable incremento de personas migrantes concentradas en diversas regiones del país, y el severo riesgo que representa para la integridad de ellas la utilización de trenes de carga para transportarse, la empresa ferroviaria más grande de México, Ferromex, decidió detener temporalmente 60 trenes con ruta hacia el norte del país, informó este martes la división ferroviaria de Grupo México (que surge como resultado del gran regalo que Ernesto Zedillo le entregó al barón).

El consorcio propiedad de Germán Larrea explicó que en los últimos días se han reportado cerca de media docena de accidentes de personas que han abordado los trenes de carga que se dirigen hacia el norte del país, con el fin de facilitar su camino para cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Comentó que si bien algunos de los percances han resultado en lesiones, otros han significado la muerte de migrantes ( La Jornada, Braulio Carbajal, Dora Villanueva y Alejandro Alegría). La acumulación de personas migrantes en los últimos días se ha incrementado de manera significativa, justificó Ferromex, perteneciente a Grupo México, que controla más de 60 por ciento de las líneas férreas del país.

Algo más: Ferromex detalló que sobre los carros de ferrocarril y en el patio de operaciones ferroviarias en Torreón, Coahuila, por ejemplo, se encuentran más de mil 500 personas; en Irapuato, Guanajuato, más de 800; en San Francisco de los Romo, Aguascalientes, alrededor de mil, y en la ruta entre Chihuahua y Ciudad Juárez, más de mil personas ocupan las góndolas de carga. Ante ello, suspenderá temporalmente sus operaciones en las rutas afectadas para proteger la integridad física de los migrantes y estará atento a las medidas que determinen las autoridades de los distintos niveles de gobierno. El levantamiento del paro dependerá de las acciones de las autoridades de los distintos niveles.

Qué fraternal resultó el barón, pero como bien lo señaló el presidente López Obrador los dueños de (Ferromex) de manera rara, inusual, sacaron un boletín, sí, dando a conocer que iban a parar los trenes. Eso ni siquiera (se hizo) cuando los maestros tomaron las vías, no sacaron ningún boletín, y ahora no sé qué. Me llamó mucho la atención todo el despliegue del señor Larrea, pero lo que nos importa no son los trenes, sino los migrantes.

Las rebanadas del pastel

Indignada, primero dijo que no (ya no saben qué inventar), pero resulta que siempre sí: Xóchitl Gálvez plagió partes de su tesis profesional para obtener el título de ingeniera y ayer la gelatinosa candidata lo reconoció: sí, la pendejié, porque debí haber puesto de dónde era (la información). Entonces, por olvido o por el calificativo por ella utilizado, es plagiaria, por lo que el rector Enrique Graue turnó este caso al Comité de Ética de la UNAM y al Consejo Técnico de la Facultad de Ingeniería de la máxima casa de estudios. Por cierto, quienes meses atrás se desgañitaban denunciando plagio, hoy, serenos, aseguran que apenas se trató de un error y ya lo admitió Lady Botarga… Como granos de maíz al fuego, por todas partes brotan aspirantes a puestos de elección popular; entre los más recientes, que no los últimos, aparecen Omar Harfuch (gobierno de la CDMX), el presidente municipal de Jojutla (gobierno de Morelos), Verónica Camino (gobierno de Yucatán), Mónica Fernández (Tabasco), Antares Vázquez (Guanajuato), Eduardo Ramírez (Chiapas), y Mariana Rodríguez (senaduría por Nuevo León) y su esposo Samuel García (hueso mayor). Y los que faltan.

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