México aseguró ayer en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que no ha habido voluntad política para resolver el conflicto en Ucrania y planteó que sólo se alcanzará una paz duradera si se pone fin al uso de la fuerza y se respeta la integridad territorial ucrania.

Se trata de un requisito insoslayable, sostuvo la canciller Alicia Bárcena al intervenir ante el Consejo que celebró una sesión especial para abordar el conflicto, en la cual tomó parte el presidente ucranio, Volodymir Zelensky.

Al dirigirse por primera vez al organismo como canciller, Bárcena subrayó que México, tanto en el Consejo de Seguridad, como en la Asamblea General, ha fijado de manera inequívoca su posición de condena categórica a la invasión militar de Rusia a Ucrania, por ser contraria a la Carta de las Naciones Unidas y al derecho internacional.

En la reunión convocada en el contexto de la 78 Asamblea General de la ONU, Bárcena señaló que se han presentado diversas propuestas para la paz, que involucran a las dos partes para poner fin a este conflicto, incluida una iniciativa de México, sin que hasta ahora exista la voluntad política para entablar pláticas que tengan en cuenta el requisito que he señalado, de cesar el uso de la fuerza y de respetar la integridad del territorio ucranio.

La diplomacia ofrece los medios

Pero debemos seguir intentándolo y creando las condiciones para fomentar la confianza”, dijo, y apuntó que México tiene la convicción de que el derecho internacional y la diplomacia ofrecen los medios para lograr una solución pacífica.

Señaló que al país le preocupa la retórica nuclear que ha surgido en el contexto de esta guerra. Condenamos inequívocamente cualquier amenaza del uso de armas nucleares explícita o velada por cualquier actor y en cualquier circunstancia, sostuvo.

Tenemos plena conciencia de los escollos en el camino y de que una paz justa y sostenible no se edifica sólo con buenas intenciones; sin embargo, sería incongruente no exigirnos como Naciones Unidas trazar una hoja de ruta para la paz que esté sustentada en los principios del derecho internacional, aseveró.

El futuro inmediato requerirá apertura, diálogo y sentido de compromiso genuino, tanto de las partes involucradas como de la comunidad internacional para poner fin a esta guerra.