Jueves 7 de septiembre de 2023, p. 22
En América Latina, incluyendo México, se está viendo una desaceleración en el incremento de la participación laboral de las mujeres y está aumentando en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado; lo anterior a consecuencia de que no ha habido un aumento significativo de la participación de los hombres en este tipo de faenas en la última década, alertó Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Datos del Banco Mundial revelaron que las mujeres en México dedican una media de 6.7 horas al trabajo doméstico frente a 2.7 horas de los hombres, siendo uno de los países a nivel mundial con la más larga jornada para dicha actividad. A escala global, las mujeres dedican 2.5 horas adicionales al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados en comparación con los hombres, lo que refleja los papeles de género tradicionales.
En el marco del XXIV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género Mejores estadísticas para mejores políticas: medir e innovar para lograr la igualdad de género en 2030
, organizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Güezmes sentenció que persistente la división sexual del trabajo, porque está creciendo el cuidado, agudizado por el envejecimiento y los cambios en las tendencias epidemiológicas.
“A pesar de los esfuerzos y avances que han hecho los países de recuperación tras la pandemia de covid-19, actualmente estamos atravesando la ‘crisis en cascada’, que son mundiales y regionales, sucesivas y acumuladas y están exacerbando los desequilibrios, las asimetrías y las fallas estructurales históricas en la región”, sentenció la especialista de la Cepal.
Por su parte, Leticia Bonifaz, experta de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) México, afirmó que hay un 30 por ciento de mujeres jueces en México, pero hay que ver la razón de fondo del porqué no aumenta esa cifra.
Explicó que la mujer tiene menos tiempo para el estudio, pues dedican horas a actividades del hogar o con los hijos, mientras ellos, cuando no hay una distribución de tareas, se dedica al estudio.