Domingo 3 de septiembre de 2023, p. 19
Madrid. Más de 100 mil personas salieron ayer a las calles de Tel Aviv, la capital israelí, por 35 sábado consecutivo, con el fin de protestar contra la reforma judicial impulsada por el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
El cálculo de asistencia lo llevó a cabo la empresa CrowdSolutions, citada por la televisión Channel 13. Otras manifestaciones de menor envergadura tuvieorn lugar en las principales ciudades del país, incluida Jerusalén, frente a la residencia de Netanyahu.
“Por dondequiera que se mire, la locura, el fanatismo, el extremismo mesiánico… todos estos males enfermizos no hacen más que aumentar”, clamó entre la muchedumbre Shikma Bressler, una de las líderes del movimiento de protesta contra el gobierno del premier. A su vez, ante los participantes en la movilización, el ex ministro de Justicia Avi Nissenkorn advirtió que “nuestra democracia está en peligro.
Se encuentra ante el precipicio de la dictadura. La red de seguridad de la democracia son ustedes y la protesta
, dijo en referencia a la reforma judicial que, según la oposición, amenaza la división de poderes y por tanto la democracia en ese país.
Tras la aprobación, a finales del mes pasado, de una ley clave de la reforma judicial, la cual limita la capacidad del Tribunal Supremo de revisar y revocar decisiones gubernamentales, el país se encuentra a la espera de una audiencia el 12 de septiembre, en la que la Corte analizará múltiples apelaciones contra la ley presentadas por la sociedad civil.
Según analistas, la medida “pretende restringir las formas en que la Corte Suprema puede anular decisiones de gobierno y es parte de una modificación muy divisiva al Poder Judicial que ha ocasionado la que acaso sea la crisis nacional más profunda de Israel desde su fundación, hace 75 años.
La disputa es parte de un enfrentamiento ideológico y cultural más amplio entre el gobierno de Netanyahu y sus seguidores, que buscan que Israel sea un Estado más religioso y nacionalista, y sus oponentes, los cuales tienen una visión más laica y pluralista del país
, describió The New York Times.