Viernes 26 de agosto de 2022, p. 28
Daca. Cientos de miles de refugiados rohinyas recordaron ayer el quinto aniversario de su éxodo de Myanmar a Bangladesh, en tanto Estados Unidos, la Unión Europea y otros países occidentales prometieron mantener su apoyo en la búsqueda de justicia en tribunales internacionales.
Reino Unido anunció nuevas sanciones a empresas vinculadas a los militares en Myanmar. El gobierno británico mencionó entre los sancionados al Star Sapphire Group of Companies, International Gateways Group y Sky One Construction para limitar el acceso de los militares a armas y fuentes de ingresos.
Amanda Milling, ministra para Asia, confirmó la intención de Reino Unido de intervenir en la causa contra Myanmar iniciada por Gambia en noviembre de 2019 ante la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya. El caso ante el principal organismo judicial de la Organización de Naciones Unidas determinará si las fuerzas armadas violaron la convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio por sus actos contra los rohinyas en 2016.
Bangladesh ha recibido a más de un millón de refugiados que huyeron de Myanmar a lo largo de décadas, entre ellos unos 740 mil que cruzaron la frontera cuando las fuerzas armadas lanzaron una operación de limpieza
contra ellos luego de ataques de un grupo rebelde. La situación en Myanmar se ha agravado con el golpe de Estado militar el año pasado.
En marzo, Estados Unidos dijo que la opresión de los rohinyas en Myanmar es un genocidio al confirmarse los relatos de atrocidades cometidas masivamente por los militares en su campaña sistemática y generalizada contra una minoría étnica. Myanmar es un país mayoritariamente budista que niega a los musulmanes rohinyas la ciudadanía y muchos otros derechos.
Al menos dos intentos de repatriación de los rohinyas han fracasado desde 2017, pero el primer ministro bengalí Sheikh Hasina ha dicho que esa es la única solución a la crisis.