Viernes 26 de agosto de 2022, p. 23
El presidente Andrés Manuel López Obrador delineó el escenario en torno a las consultas sobre el capítulo energético del tratado comercial: en principio, definió la solicitud de Estados Unidos como totalmente majadera
, soberbia
e injerencista; sin embargo, no hay posibilidad alguna de que México salga del tratado y la defensa de los intereses nacionales no involucra un riesgo de ruptura porque son economías integradas.
Arremetió contra los conservadores que pretenden una confrontación, inviable en esta coyuntura, porque ambas partes tienen voluntad para alcanzar un acuerdo, lo que implicaría –en su percepción– no llegar al panel de controversias. La solicitud se realizó sin contar con la información de acuerdos previos alcanzados con 18 empresas estadunidenses ligadas al sector energético en dos semanas de reuniones, de las cuales se desprendieron compromisos de inversión por 25 mil millones de dólares.
El mandatario se refirió en duros términos a la petición estadunidense que, en un tono de prepotencia, hace referencia a la reforma energética (del sexenio pasado) como una panacea, cuando nosotros sostenemos lo opuesto. Fue un desastre para los mexicanos, un fracaso
. En este contexto preguntó: ¿De cuándo acá y con qué derecho un gobierno extranjero va a decidir cómo deben de ser las leyes en otro país?
López Obrador informó incluso que en el marco de las conversaciones con las empresas estadunidenses se abordaron las acusaciones de que terminales de combustible se utilizaban para contrabando. Se llegó a un acuerdo de suspender denuncias con el compromiso de que, si se volvía a llevar a cabo una práctica de esa naturaleza, se cancelaba por completo el permiso de importación.
–Si no cambia de parecer Estados Unidos, ¿cual es el plan en caso dse llegar a un panel?
–Seguir igual, sin problema, la inversión extranjera sigue llegando, las relaciones se mantienen, no hay ningún problema (…) No, no existe ninguna posibilidad (de que México salga del tratado comercial), porque hay una relación buena, de respeto.
Aseveró que si realizara un encuentro con el secretario de Estado, Antony Blinken explicaría la postura clara de México, la cual no refleja una ruptura. Subrayó que ambas partes conocen de la importancia de la integración económica y destacó que los capitales seguirán llegando, porque a los inversionistas les importa la estabilidad económica, financiera y que no hayan factores de ingobernabilidad, condiciones que tiene México.
Mostró cifras que avalan el interés en México, pues en la actualidad tiene una deuda que representa 46 por ciento del PIB, en tanto que el promedio latinoamericano es de 72; en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, 94, y en Estados Unidos, 126 por ciento.