Jueves 21 de julio de 2022, p. 10
Guadalajara, Jal., El alcalde del pueblo mágico de Mazamitla, Jorge Enrique Magaña Valencia, informó que ocho policías municipales han renunciado desde mayo, y la mayoría argumentó motivos personales
. Ese mes hubo en la demarcación enfrentamientos entre grupos criminales y bloqueos a vías de comunicación, que continúan hasta hoy de manera intermitente.
Algunos renunciaron por cuestiones personales, otros porque les ofrecieron trabajo en otros municipios y dimos de baja a dos por faltas administrativas. En uno o dos casos expusieron que se iban a buscar un trabajo más seguro
, explicó el edil.
En entrevista, Magaña Valencia afirmó que la fuerza policial en Mazamitla debería tener 30 integrantes, cantidad que no se ha podido alcanzar. Consideró que la situación es crítica, pues se cuenta con sólo 17 agentes, pese a que está abierta la convocatoria para reclutar más personal.
El alcalde matizó al señalar que la presencia de efectivos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la policía del estado ha servido para garantizar la seguridad de habitantes y turistas en Mazamitla, uno de los principales destinos de montaña en Jalisco, conocido como la Suiza de México
y cuya actividad preponderante es el turismo.
Magaña Valencia reconoció que los 8 mil 600 pesos que percibe al mes un policía municipal hacen poco atractivo el trabajo, pese a que desde su llegada a la alcaldía decidió que trabajen con turnos combinados de 24 por 48 horas de descanso, y en fin de semana 24 por 24 para darles más días de descanso entre semana
.
Señaló que en su siguiente reunión con el coordinador estatal de seguridad, Ricardo Sánchez Beruben –en fecha aún por determinar–, sugerirá homologar los sueldos de todas las policías en Jalisco a fin de estimularlos, lograr que haya menos rotación de personal y propiciar condiciones para que más ciudadanos quieran enrolarse.
El 1º de mayo anterior hubo en la cabecera municipal de Mazamitla y sus inmediaciones enfrentamientos entre grupos antagónicos del crimen organizado, que dejaron tres muertos. Ese día, la localidad estaba llena de turistas y muchos de ellos se resguardaron en comercios y casas particulares, aterrorizados por los disparos.