Vanessa Dib Velásquez aseguró que autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le ofrecieron 88 mil pesos como reparación del daño que le causó una mala praxis médica del personal del hospital general regional número uno (HGR-1), ubicado en la ciudad de Querétaro.

La negligencia derivó en la amputación de sus piernas y la extirpación del útero, cuando sólo acudió a que le quitaran un dispositivo intrauterino (DIU), entre septiembre de 2018 y julio de 2019. Por este caso, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al IMSS.

Yo le pregunto a los médicos si eso valen sus piernas. Con gusto se los pago para que me regresen las mías, declaró a la prensa local.

La mujer, madre soltera de 31 años, narró que visitó en al menos en tres ocasiones la unidad de medicina familiar número 9 (UMF-9), también en la ciudad de Querétaro, por un dolor abdominal. No se le realizaron estudios de laboratorio y así fue diagnosticada con infección en vías urinarias y colitis.

Posteriormente, se le remitió al área de ginecobstetricia del HGR-1 para extraerle el DIU, que se encontraba traslocado, y se lo sacaron con pinzas y sin someterla previamente a un ultrasonido o a estudios de rayos X.

Al cabo de tres días regresó a la UMF-9 por un dolor lumbar, y nuevamente sin que le realizaran análisis, médicos determinaron que padecía lumbalgia aguda. Su salud empeoró y fue al área de urgencias de la UMF-9; de ahí se le trasladó al HGR-1 con pérdida grave de sangre, gastroenteritis infecciosa y deshidratación severa.

Se le proporcionó a Vanessa respiración mecánica, fue intubada y recibió una transfusión sanguínea. Padeció un paro cardíaco, requirió reanimación durante 30 minutos y estuvo en coma durante nueve días. Le extirparon el útero y un ovario, y eventualmente le amputaron las dos piernas por un taponamiento de arterias.

Por lo anterior, la CNDH emitió la recomendación 118/2022 dirigida a Zoé Robledo, director general del IMSS, pues personal del HGR-1 y de la UMF-9 transgredieron los derechos de la paciente a la protección de la salud, a la integridad personal, a la salud sexual y reproductiva, y dañaron su proyecto de vida.

El organismo agregó que la atención otorgada no fue oportuna ni adecuada y que la víctima presentará trastornos de su función reproductiva, alteraciones de la función sexual y perturbaciones psicológicas.

Puntualizó que se le amputaron las piernas debido a inadecuada atención médica, un diagnóstico deficiente e incompleto y un inadecuado seguimiento de control, que permitieron el avance importante de la infección, la cual pudo haberse prevenido.

La CNDH recomendó al IMSS otorgar a Vanessa de forma vitalicia la atención médica que requiera como consecuencia de la discapacidad permanente y las secuelas que ésta le genere, lo mismo que prótesis que le permitan su desplazamiento adecuado. Además, la afectada exige al IMSS una pensión, reparación del daño, así como becas para sus dos hijos.

Con información del portal https://www.reqronexion.com