Más de 80 manifestantes detenidos
Carrie Lam, jefa del Ejecutivo, sostiene que no dimitirá
Martes 6 de agosto de 2019, p. 22
Hong Kong. Nuevos enfrentamientos y la suspensión temporal del Metro sumieron ayer a Hong Kong en el caos durante la primera huelga general en 50 años; en tanto, el gobierno acusó a los manifestantes de querer destruir
al territorio semiautónomo y la vida de sus habitantes.
China exigió a Estados Unidos dejar de intervenir en los asuntos del enclave, y advirtió que nadie debe subestimar la firme determinación de Pekín de implementar el principio de un país, dos sistemas
, que permite ciertas libertades a la ex colonia que Gran Bretaña devolvió en 1997, declaró la portavoz de la cancillería, Hua Chunying.
La policía disparó gas lacrimógeno y balas de goma contra manifestantes en medio de una huelga general convocada para exigir la renuncia de la jefa de gobierno, Carrie Lam.
Decenas de miles de personas protestaron en siete distritos; algunos grupos sitiaron las estaciones policiales y levantaron barricadas.
Desde junio, Hong Kong ha sido escenario de manifestaciones masivas en rechazo a una ley de extradición a China que los residentes temen pueda vulnerar sus derechos civiles y políticos.
La huelga general, convocada tras cuatro días consecutivos de protestas, es la primera desde los disturbios de 1967 contra el dominio británico colonial.
Las autoridades informaron que detuvieron a 82 personas, lo que eleva a más de 500 el número total de arrestos desde que comenzaron las movilizaciones.
Varios hombres atacaron con palos a manifestantes congregados en un vecindario de la zona este de la ciudad. Un suceso similar ocurrió el mes pasado en la estación de tren Yuen Long, donde 44 pasajeros resultaron heridos.
Los manifestantes irrumpieron en estaciones del Metro en hora pico de la mañana para bloquear la salida de los trenes, lo que paralizó durante horas una red que suele ser muy eficaz.
La huelga general forzó la cancelación de más de 200 vuelos en el aeropuerto de la ciudad. Sin embargo, Carrie Lam, respaldada por Pekín, afirmó que no va a renunciar.
Hong Kong está a punto de entrar en una situación muy peligrosa; las protestas tienen motivos ocultos que amenazan la prosperidad y la seguridad
, comentó Lam.
Yo diría que los manifestantes tratan de destruir la vida de más de 7 millones de personas, pero el gobierno será enérgico en el mantenimiento del orden para restaurar la confianza
, concluyó.