El problema de los homicidios en México no se solucionará únicamente con el control de armas que entran al país de manera ilegal, destacó Lucía Chávez, investigadora de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).

En la mayoría de los homicidios dolosos y otros crímenes de alto impacto se utilizan armas de fuego, de las que siete de cada 10 provienen de Estados Unidos, de acuerdo con cifras recopiladas por la Secretaría de Relaciones Exteriores. Según diversas estimaciones, cada año son traficadas a México desde el vecino del norte más de 200 mil armas de fuego.

A través de una nota informativa titulada Tráfico de armas Estados Unidos-México, la oficina a cargo del canciller Marcelo Ebrard argumentó que por estadísticas como la anterior se instó a Washington a combatir el tráfico de armas hacia el país.

En entrevista con La Jornada, Lucía Chávez advirtió la probable simplificación del problema de los asesinatos en México. El trasiego ilícito –añadió– es un problema que se debe atender de inmediato, pero no es el único y no es el factor que hará que se reduzcan drásticamente los homicidios.

En el estudio Graves violaciones de derechos humanos: el tráfico legal e ilegal de armas a México, la CMDPDH y Alto a las Armas de Estados Unidos hacia México, proyecto de la organización de derechos humanos Global Exchange, destacan la necesidad de cambiar el enfoque de la estrategia de seguridad en México y dejar de depender de la adquisición de armas para lograr una reducción de la violencia.

Las organizaciones plantean que nuestro país enfrenta una severa crisis de violaciones graves de derechos humanos y crímenes violentos, la mayoría de los cuales han sido cometidos con armas de fuego.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 2018 se ubicó como el año con más homicidios en el país, al cerrar con 35 mil 964, es decir, cerca de 98 por día.

Lucía Chávez destacó que el tránsito legal de armas de fuego también representa un grave problema debido a la falta de un seguimiento adecuado de su uso final, incluso exhibió que un importante número de estos artefactos se extravían.

Según datos de la CMDPDH, obtenidos mediante solicitudes de información pública, de 2000 a 2018 el número de armas robadas o extraviadas por las corporaciones de seguridad pública y procuración de justicia asciende a 47 mil 90.

En el reporte Graves violaciones de derechos humanos se señala que entre 2015 y 2017 la exportación legal de armas y explosivos desde el vecino país del norte a México alcanzó el monto de 122 millones de dólares, lo que equivale –de acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos– a 12 veces lo exportado entre 2002 y 2004.

Los datos demuestran que Estados Unidos desempeña un papel preponderante como principal proveedor de armas que ingresan legalmente a México, mientras que otros estudios sugieren lo mismo acerca del flujo ilegal de armas, se lee en el texto.

Lucía Chávez expuso que la disminución de los asesinatos pasa por el combate a la impunidad. En México sabemos que no se castiga adecuadamente desde un homicidio hasta un robo de autos o un robo común, dijo.

Añadió que también se requiere una reformulación de las habilidades de policías y autoridades para investigar.