Domingo 28 de julio de 2019, p. 22
Hong Kong. La policía antidisturbios de Hong Kong disolvió ayer con gases lacrimógenos y balas de goma una concentración prohibida en Yuen Long, cerca de la frontera con China, donde la semana pasada presuntos pandilleros agredieron a activistas pro democracia. Al menos 23 personas resultaron heridas, dos de gravedad, señalaron fuentes médicas.
Los agentes recurrieron varias veces a los gases para frenar a la multitud que marchaba con paraguas, símbolo de las protestas que sacudieron el territorio semiautónomo chino en 2014. En la noche, usaron balas de goma contra unas 200 personas que permanecían en la zona.
La protesta fue en respuesta a la violenta intervención del domingo pasado, cuando unos 100 hombres vestidos con camisas blancas irrumpieron en la estación de Metro de Yuen Long y atacaron a los manifestantes que regresaban de Hong Kong, pero también a transeúntes, a periodistas y a parlamentarios, golpeándolos con tubos y palos, lo que dejó 45 personas heridas.
La policía, muy criticada por su lentitud a la hora de actuar, informó del arresto de 12 personas vinculadas con los actos violentos, nueve de las cuales estarían vinculadas con pandillas. Yuen Long es una ciudad de los Nuevos Territorios, donde las mafias y los comités rurales pro Pekín tienen mucha influencia.
Las autoridades de la isla prohibieron la manifestación de ayer, algo inusual, al aducir que existía un riesgo de que los manifestantes atacaran a los lugareños. Miles de hongkoneses hicieron caso omiso a las autoridades y siguieron adelante con sus planes de concentrarse. La policía de Hong Kong conoce la ley y la viola
, corearon los disconformes, vestidos de negro, durante la protesta.
La marcha comenzó de forma pacífica. Pero pequeños grupos de manifestantes, muchos con casco y escudo, se enfrentaron a los agentes en las afueras de la localidad, acusándolas de apoyar a las pandillas. La tensión aumentó rápidamente cuando algunos participantes lanzaron objetos contra los agentes y pintaron con grafitis una camioneta policial.
Los agentes lograron disolver la congregación, incluso entraron a la estación Yuen Long donde persiguieron y golpearon a los manifestantes, en las calles se podían observar charcos de sangre.
Hong Kong, territorio devuelto a China por Reino Unido en 1997, e importante centro internacional de finanzas, es escenario desde hace siete semanas de gigantescas manifestaciones pacíficas antigubernamentales que degeneraron en enfrentamientos esporádicos entre manifestantes y policías.
Las protestas surgieron a raíz de un polémico proyecto de ley que preveía facilitar las extradiciones a China, pero derivaron en un movimiento más amplio que reclama reformas democráticas que frenen la pérdida de libertades.