Pese a la llegada de un nuevo gobierno, en México sigue ocurriendo una gran cantidad de violaciones de derechos humanos y los propios defensores de esas garantías sufren cada vez más ataques, en particular quienes se dedican a la protección de los territorios y los recursos naturales de diversas comunidades.

Así lo advirtió Alejandra Ancheita, directora de la organización civil Prodesc, quien subrayó que es el propio Estado y una buena cantidad de empresas privadas las que más cometen abusos, como lo demuestra el caso reciente del derrame provocado por la compañía minera Grupo México en el Mar de Cortés.

Hay un intento de infundir miedo y sembrar la discordia ente los movimientos sociales y las personas defensoras de derechos humanos, por lo que hoy en día es necesario discutir las condiciones de riesgo que enfrentan los activistas en todo el país, afirmó la abogada durante la inauguración de la tercera generación de la Escuela de Justicia Trasnacional.

La ganadora del Premio Martin Ennals 2014 recordó el informe sobre México elaborado por el relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de las personas defensoras de derechos humanos, Michel Forst, quien alertó que hay un contexto generalizado de descrédito en contra de los defensores civiles, en especial de quienes se encargan de proteger territorios de los intereses del capital trasnacional.

Es importante que el análi-sis no se quede sólo en los abusos del Estado y se enfoque también en las empresas. Las trasnacionales ya son identificadas como agentes violadores de derechos humanos, y en este gobierno existe una evidente prevalencia de los derechos privados y de las estructuras que perpetúan la desigualdad, apuntó.