Buscan retener a jóvenes
Aún se enfrentan con dificultades para llegar a los planteles y carencias para continuar con sus estudios
Lunes 15 de julio de 2019, p. 28
San Juan Lachigalla, Oax., El pueblo está de fiesta. Esta semana celebró el egreso de los primeros 30 alumnos de la generación Elvia Castillo Puerto (2016-2019) del plantel 72 del telebachillerato comunitario.
En la familia Hernández Ruiz también hay jolgorio. Soledad y Olivia, dos de sus 10 integrantes, se graduaron de ese nivel educativo. El sacrificio ha sido demasiado
, dice una de las jóvenes, que durante tres años caminaron más de tres horas diarias para llegar a tomar clases a este poblado.
Ubicado a 89.8 kilómetros de la capital oaxaqueña, San Juan Lachigalla está enclavado en la sierra sur del estado. Un camino de terracería que cruza ríos y arroyos conduce a la entrada principal. A un costado se encuentran dos aulas, y aunque no están rotuladas todo mundo sabe que son del telebachillerato.
Soledad y Olivia soportaron lluvias e intenso sol. Caminaron entre arbustos, cruzaron arroyos crecidos por la lluvia y atravesaron lodazales, todo con tal de cursar la educación media superior.
Ha valido la pena
, afirma Soledad, quien se graduó con un promedio de nueve. Su sueño es convertirse en médica, pero sus padres no tienen suficientes recursos para enviarla a una escuela de nivel superior, por lo que tendrá que trabajar y esperar, a menos que alguien la financie o le dé una beca.
Por ser la segunda de los hermanos, Soledad cederá su lugar para que Olivia estudie administración y ayude al resto de la familia.
Su padre, Félix Hernández Santiago, no puede ocultar el orgullo de ver a sus dos hijas concluir la preparatoria. Él sólo pudo estudiar la primara y después se dedicó al campo.
A las dos no se puede
Aquí para todos es parejo. Así le digo a mis hijas Olivia y Soledad, y aunque con mucho sacrificio han egresado hoy, me siento muy orgulloso de que las dos terminen la escuela. Yo sólo hice la primaria, y ahora vamos a apoyar a una, a Olivia, porque a las dos no se puede. No tenemos un salario fijo. Aquí vivo del campo y mi esposa también. Si no siembro, no comemos.
Antes de acompañarlas a la clausura del curso, Ofelia Ruiz Luis, madre de las jóvenes, relata que ha sido muy duro dar educación a sus hijas. Tuvo que vender 14 chivos y un burro.
Para los habitantes de esta comunidad esta graduación es un orgullo, porque es la primera vez que jóvenes nativos concluyen el nivel medio superior sin tener que emigrar.
En esta comunidad, la mayoría de los adultos solamente cursaron primaria y algunos la secundaria.
Todo el pueblo se concentró para la clausura, primero la ceremonia cívica y después la celebración. Hay aplausos, abrazos, risas y también caras tristes por las despedidas. Los estudiantes agradecen la oportunidad de no truncar sus sueños.
Enderlin González Ávila, responsable administrativo del plantel, afirma que los telebachilleratos, surgidos en 2013 (el de San Juan Lachigalla fue creado en 2016) han contribuido a mejorar la vida de esta comunidad porque los jóvenes ya no emigran para trabajar y prefieren estudiar; además, en el plantel se les inculca la cultura comunitaria.
En San Juan Bosco Chuxnaban, 10 alumnos de la generación 2016-2019 culminaron su telebachillerato. Son los primeros en esta localidad ubicada en la sierra Mixe. En la fiesta participó todo el pueblo.
Hubo comida, pastel, bailables, cantos y un gran baile. Esta generación lleva el nombre de Ignacio Canseco, fallecido hace dos meses y uno de los principales promotores de la llegada de este subsistema educativo a la localidad.