Buenos Aires. En el contexto de la campaña rumbo a los comicios primarios que definirán las fórmulas partidarias para las elecciones en Argentina, en octubre próximo, el juez Claudio Bonadio citó al ex jefe de gabinete y actual pre candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, como testigo en la causa contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por la firma del memorando con Irán.

El memorando nunca se puso en práctica, fue votado por el Congreso para poder enviar jueces a tomar declaraciones a ex funcionarios iraníes acusados –sin pruebas– por Israel y Estados Unidos por el atentado contra la Asociación Mutual Israelita-Argentina (AMIA), sucedido el 18 de julio de 1994.

Bonadio citó al precandidato presidencial por haber declarado en reiteradas entrevistas que no existe un delito, aunque él no estuviera de acuerdo con el memorando, lo que en realidad significa mostrar a Alberto Fernández presentándose en tribunales.

Bonadio elevó esta causa insólita a juicio oral por supuesto delito de encubrimiento agravado con base en la famosa denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la ex presidenta y el ex canciller Héctor Timerman. La maniobra de Bonadio de acusar a ambos por traición a la patria fue desestimada por las cámaras federales que deben revisar y autorizar estas causas.

Los abogados defensores de la ex mandataria y del fallecido ex canciller Timerman, a quien Bonadio no permitió viajar a Estados Unidos para atenderse un cáncer de hígado como relató en una entrevista con este periódico poco antes de su muerte, insistieron en que el memorando fue votado por ambas cámaras del Congreso, que no fue puesto vigencia y además pidió a este juez que citara a Ronal Noble, ex titular de Interpol, quien desmintió que el gobierno de Fernández de Kirchner hubiera pedido el levantamiento de las alertas rojas, como sostenía Nisman en una denuncia redactada apresuradamente antes de suicidarse en enero de 2015.

Precisamente esta denuncia contenía serios errores, presunciones sin pruebas, testimonios falsos, como fue probado por el juez Daniel Rafecas en 2015.

La supuesta maniobra adjudicada por Bonadio a los acusados a favor de los sospechosos iraníes de haber cometido el atentado contra la AMIA a cambio de un acuerdo comercial entre Argentina e Irán, no existió, ni se demostraba con prueba alguna estableciendo que no hubo un móvil económico y menos todavía económico personal.

No existe razón para citar a Alberto Fernández, sólo que Bonadio se habría alterado al escuchar una entrevista realizada por un canal local al precandidato, en la que defendió a la ex mandataria y al comentar que fue involucrada de manera forzada en las causas judiciales.

Esto sucede también después de que el sábado pasado se hizo una prueba del nuevo sistema electoral que propone el gobierno de Macri con empresas contratadas por su administración y que resultó un rotundo fracaso.

El ingeniero en telecomunicaciones Ariel Garbarz denunció que el gobierno tiene todo preparado para manipular herramientas que le posibilitarían cometer fraude electoral, utilizando un software en las 15 mil escuelas para digitalizar y trasmitir las actas de escrutinio y los telegramas, hacia los dos centros de cómputo el día de los comicios.