Madrid. El nuevo gobierno del ayuntamiento de Madrid, integrado por una coalición de organizaciones derechistas (Partido Popular, Ciudadanos y Vox) y presidido por José Luis Martínez Almeida (PP), anunció ayer como su primera medida que abrirán una moratoria en las multas por el incumplimiento de Madrid Central, el protocolo anticontaminación que implicaba multas por la entrada de vehículos al centro de la capital.

El programa estrella de la anterior administración, presidida por la independiente Manuela Carmena, entró en vigor en enero pasado convirtiéndose en su principal apuesta por reducir los altos índices de polución en el aire y restringir el tráfico rodado en las zonas más conflictivas de la capital.

El plan duró seis meses, tiempo suficiente para comprobar la mejoría en el tránsito, la calidad del aire y la transformación en la mentalidad de los citadinos para utilizar el coche lo menos posible. La medida provocó un sinfín de críticas sobre todo por efectuarse de forma premeditada, sin un plan suficientemente perfeccionado para el cierre del tránsito y por las consecuencias en los comercios de la zona restringida.

Martínez Almeida explicó que abrirá una moratoria en las multas por Madrid Central al menos hasta que se decida si se mantiene el programa, y se evalúen los efectos que tiene en los sectores afectados.

Asociaciones de vecinos y agrupaciones ecologistas protestaron contra la moratoria y denunciaron que ésta supone un atentado contra la salud pública al poner en riesgo, no sólo la calidad del aire, sino al hacer acreedora a la capital a una posible multa millonaria por no reducir los índices de contaminación en el aire tal y como exige la Unión Europea y su normativa.