Martienus de Boer reconoce que falta medir aspectos como el miedo, la extorsión y el desplazamiento
Lunes 10 de junio de 2019, p. 8
Aunque el gobierno mexicano ha respondido a la situación de violencia en el país, con suerte, se encontrarán soluciones, pero tomarán tiempo antes de que los números vuelvan a disminuir
, señala Martienus de Boer, jefe adjunto de la Delegación Regional para México y América Central del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
De acuerdo con el reporte anual del CICR sobre sus actividades en México, las altas tasas de violencia causaron sufrimiento y graves consecuencias humanitarias durante 2018.
En el informe recientemente publicado se indica que la violencia se tradujo en 34 mil 202 homicidios a lo largo de ese año; una tasa de 23.10 muertes por cada 100 mil habitantes. También señala una alta cifra de heridos, desaparecidos, desplazados y emigrantes.
De acuerdo con esta organización humanitaria que trabaja de manera imparcial, neutral e independiente, esta situación ha afectado la provisión de servicios básicos educativos y de asistencia a la salud de la población.
En entrevista, Martienus de Boer explicó que las causas del aumento de la violencia son múltiples y desafortunadamente
en años recientes los grupos armados han diversificado sus fuentes de ingresos. Sus ganancias no provienen solamente de las drogas o el robo de gasolina, sino también de la extorsión o el secuestro.
Además, existen grupos del crimen organizado que luchan entre sí. Destacó que el gobierno ha respondido a esta situación: Creo que, con suerte, se encontrarán soluciones, pero tomarán tiempo antes de que los números vuelvan a disminuir
.
Agregó que los homicidios son la punta del iceberg, las consecuencias más visibles de la violencia. Sin embargo, hay otros aspectos que no logran medirse, como el miedo, la extorsión, la violencia sexual, el desplazamiento, entre otros.
Nos preocupan las consecuencias humanitarias, están aumentando, por lo que cada vez más personas se ven afectadas. Estamos tratando de encontrar soluciones de manera muy puntual, por lo que estamos trabajando en ciertos lugares y también analizamos cómo vamos a mejorar los sistemas o sobre cómo vamos a mejorar los mecanismos y luego se los presentamos a las autoridades
, detalló Martienus de Boer.
La institución colabora estrechamente y trabaja en coordinación con la Cruz Roja Mexicana para dar respuesta a las necesidades humanitarias de comunidades afectadas por la violencia y de las personas migrantes.
La migración será un reto mayor
En relación con el fenómeno migratorio, Martienus de Boer indicó que será un reto mayor para este año y muy probablemente para los que vengan. Lo anterior debido al incremento en el número de personas en situación de movilidad que se ha registrado y ante las presiones que provienen del país vecino del norte.
El funcionario internacional aclara que el CICR no promueve ni desincentiva la migración, ello es a elección de la gente dada la situación en sus propios países
. Sin embargo, destacó que estas personas tienen derechos y la movilidad debe ocurrir de una forma digna.
Expresó que existen preocupaciones humanitarias debido a la acumulación en el norte y sur de personas en situación de movilidad que genera que los servicios y albergues estén sobrepoblados y saturados.
Ante ello, el CICR trabaja con autoridades y otras organizaciones, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones para tratar de encontrar soluciones.