Viernes 31 de mayo de 2019, p. 32
Representantes del gobierno de Zacatecas y de la minera Peñasquito, así como habitantes del municipio de Mazapil acordaron ayer en la Secretaría de Gobernación federal negociar una solución al conflicto derivado del incumplimiento de contratos con ejidatarios y transportistas, así como por la merma de la disponibilidad de agua en varias comunidades, lo que mantiene cerrada desde hace 63 días la mina Peñasquito, propiedad de Newmont-Goldcorp.
Sobre el presunto agotamiento de fuentes de agua atribuido a Peñasquito en comunidades de Mazapil, integrantes del Frente de Comunidades Afectadas por la Minería y el senador José Narro Céspedes se reunieron con la directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez, para solicitar que se haga una auditoría de recursos hídricos.
En conferencia de prensa, acompañado por Arturo Hernández, consultor técnico y dirigente del frente, Felipe Pinedo Hernández expuso que Peñasquito ha sobrexplotado los mantos freáticos y secó el manantial El Socavón en la comunidad de Cedros.
Aseguró que las comunidades, que cuentan con pozos de 120 a 150 metros de profundidad, padecen escasez y que Newmont-Goldcorp miente al asegurar que hay más de 50 millones de metros cúbicos en la cuenca.
Afirmó que el agua que reparte la mina para tratar de mitigar el daño es fósil, pues se extrae a más de 800 metros de profundidad y está contaminada con plomo, arsénico y mercurio.
En la capital de Zacatecas, Doris Vega, gerente de relaciones institucionales de Newmont-Goldcorp, dio a conocer un documento que señala que la planta recicla 70 por ciento del agua usada en la planta y que las comunidades de Mazapil no se han quedado sin líquido.