La Habana. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, consideró ayer amenazador y desvergonzado el mensaje que su homólogo estadunidense, Donald Trump, escribió con ocasión del aniversario de una polémica efeméride en Cuba, en cuyo texto prometió apoyo para lograr la libertad en la isla.

Trump, aferrado a la tradición injerencista de Estados Unidos, emitió un mensaje amenazador, manipulador y desvergonzado contra Cuba, el 20 de mayo, fecha que señala la proclamación de la república neocolonial, publicó Díaz-Canel en su cuenta de Twitter.

El lunes, el presidente estadunidense había escrito en la misma plataforma que en el Día de la Independencia de Cuba, apoyaba al pueblo de la isla “en su búsqueda de libertad, democracia y prosperidad. El régimen debe poner fin a la represión de cubanos y venezolanos.

¡Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados mientras Cuba continúa subvirtiendo la democracia en las Américas!, agregó Trump.

El 20 de mayo de 1902 marcó el fin de la ocupación de Estados Unidos en la isla tras la guerra independentista de España que dio origen a la república.

Sin embargo, ese aniversario no se celebra en Cuba desde la revolución liderada por Fidel Castro en 1959, que instauró un gobierno socialista y considera que la república a principios del siglo XX nació mediatizada por una enmienda constitucional que reservaba a Estados Unidos el derecho a la intervención.

No volveremos a ese pasado y defenderemos firmemente la independencia, sostuvo Díaz-Canel.

Sin embargo, el aniversario es recordado como fecha patria por el exilio anticastrista asentado desde hace seis décadas en Miami, muchas veces con el apoyo explícito de la Casa Blanca, sobre todo en administraciones republicanas.

Estados Unidos aplica desde 1962 un bloqueo económico contra Cuba con el objetivo de forzar un cambio de régimen, y ha endurecido las medidas contra la isla desde la llegada de Trump al poder, borrando el acercamiento que propició su antecesor demócrata, Barack Obama.

En tanto, la Red en Defensa de la Humanidad condenó la aplicación del título tercero de la ley Hemls-Burton, que abre la puerta a que ciudadanos estadunidenses demanden a empresas que operan con propiedades confiscadas tras el triunfo de la revolución. El texto.