La Habana. Venezuela quiere diálogo con Estados Unidos y no una guerra en su territorio, aseguró ayer el canciller Jorge Arreaza, quien denunció que el bloqueo criminal de Washington pone en riesgo las vidas de niños que recibieron transplantes de hígado en Argentina.

No es una guerra lo que queremos en Venezuela, podemos estar preparándonos porque nos obligan las circunstancias, pero queremos paz, sostuvo Arreaza al participar en el 18 Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), realizado en esta capital.

Ojalá que desde el ALBA logren transmitir al gobierno de Estados Unidos que llamamos a la diplomacia, al diálogo, el entendimiento, a respetarnos mutuamente, a que cesen la amenaza militar, la soberbia y el bloqueo.

Estados Unidos y más de 50 de países reconocen al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela, desde el pasado 30 de enero.

Altos mandos de la Casa Blanca, entre ellos el presidente Donald Trump, han dicho que tienen todas las opciones sobre la mesa para solucionar la crisis política y económica en el país petrolero. Lo que es visto como una posible intervención militar para deponer al presidente Nicolás Maduro.

A la par, Washington aplica severas sanciones económicas contra Cuba y Nicaragua por su apoyo al gobierno bolivariano, situación que fue debatida en el consejo de la ALBA-TCP con la finalidad de cerrar filas en la región.

Arreaza tuiteó que la relación entre Cuba y Venezuela se fortalece a medida que el imperialismo nos ataca. ¡Venceremos!. La publicación va acompañada de tres fotografías de una reunión entre Arreaza con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y el secretario general del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro.

En otro tuit, el diplomático afirmó que el criminal bloqueo financiero de Estados Unidos pone en riesgo las vidas de cinco niños venezolanos que recibieron transplantes de hígado en Argentina, y no han podido recibir los fondos para continuar con su tratamiento por las sanciones impuestas a la estatal PDVSA, que auspicia el tratamiento médico.

Horas más tarde, el periódico Wall Street Journal informó que Estados Unidos prepara cargos y sanciones contra personas presuntamente vinculadas con el programa de alimentos administrado por el ejército de Venezuela conocido como Comité Local de Abastecimiento y Producción.

Los funcionarios, incluidos militares de alto rango, están usando el programa para robar, lavar dinero y mantener el control político, aseguró un funcionario del Departamento del Tesoro al rotativo. Las medidas se implementarán las próximas semanas contra un grupo de personas acusadas de formar parte de una operación de lavado de dinero a gran escala.

Momentos antes, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, aseguró que su gobierno aumentará la cooperación con Guaidó para reconstruir los lazos entre funcionarios estadunidenses y venezolanos.

En una serie de tuits, Bolton criticó que el gobierno de Maduro sigue preocupándose más por el robo de la riqueza que por el pueblo venezolano. Declaró: seguiremos alertando a las instituciones financieras sobre los planes ilícitos de su administración para evadir sanciones y mantenerse en el poder, incluida la desviación de la asistencia humanitaria.

En Caracas, durante una sesión parlamentaria, Guaidó llamó cínico a Maduro por proponer adelantar para este año los comicios en la Asamblea Nacional, que originalmente están programados para diciembre de 2020.