Cada año, miles de personas huyen de la violencia en México: se desplazan a otra entidad y, si les es posible, se van del país con familia y patrimonio, reconoció la Secretaría de Gobernación (SG).

En un primer acercamiento para dimensionar el problema, la dependencia coloca como el dato más acertado el de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), coordinada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía: en 2017 , la cifra de desplazados internos por violencia pudo precisarse entre 315 mil (número de casas) y 1.1 millones de personas (víctimas o integrantes de cada familia).

A ello deben agregarse los desplazados acumulados en años anteriores, con mayor énfasis desde el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), como consecuencia de la guerra contra el narcotráfico, subraya. Más allá del monto, el hecho en sí repercute en muchos ámbitos de la vida nacional y se convierte en un parámetro que expresa el deterioro social causado por la violencia, se indica en el libro La violencia como causa de desplazamiento interno forzado, elaborado por la SG y el Consejo Nacional de Población (Conapo), con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas.Es la primera vez que el gobierno federal admite esta problemática e intenta acotar su dimensión y consecuencias.

Explica que hace dos décadas los dos motivos principales de desplazamiento eran el trabajo y la reunificación familiar, y sólo 1.7 por ciento, equivalente a 71 mil personas, declararon haber migrado por violencia o inseguridad.

Ahora, en un contexto de aumento sin precedente en asesinatos, el rango de cambios es muy amplio porque las víctimas acuden a diversas estrategias de desplazamiento, desde unidades familiares que se mudan completas, a otras donde sólo sale el jefe o todos menos la cabeza del hogar.

En 2017, precisó, las regiones que concentraron el mayor volumen de hogares e integrantes que se movieron para protegerse de la delincuencia fueron la Centro y Occidente. Alerta que el desplazamiento interno forzado mantiene una interrelación con los problemas de impunidad, corrupción, vacío de autoridad e ineficacia institucional.

La investigación incluye entrevistas directas a víctimas del desplazamiento forzado, así como las causas que las llevaron, en no pocas veces, a dejar todo su patrimonio, en afán de salvar su vida y la de su familia.

En la lista correspondiente a causa principal del desplazamiento se lee: violencia por narcotráfico, amenaza de secuestro, asalto con violación, asesinato, corrupción policial, narcotráfico, delincuencia organizada, contexto de violencia, pérdida patrimonial, asalto a casa habitación, extorsión telefónica, guerra contra narcotráfico, lavado de dinero, cobro por protección, entre otros. Una minoría huyó por conflicto religioso.