Minatitlán, Ver., El gobierno revisará los contratos otorgados a Odebrecht, y si hay fundamentos legales se cancelarán, porque ya no habrán convenios leoninos, ni con empresas ligadas con actos de corrupción, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien recordó que la firma brasileña llegó a tener una sesión de su Consejo de Administración en Los Pinos, o sea, que se metieron hasta la cocina. Ya eso se acabó.

Enfatizó en el contrato de la planta de Etileno XXI, propiedad de la firma mexicana Idesa y de Braskem, filial petroquímica de la empresa brasileña, al señalar que no se entregó en las mejores condiciones en el gobierno de Felipe Calderón, porque para la construcción hubo financiamiento de la banca de desarrollo, y se acordó entregarle materia prima de Pemex.

En conferencia de prensa en instalaciones de la refinería de Minatitlán, también dijo que para levantar la petroquímica estamos viendo si lo hacemos asociándonos con la iniciativa privada, porque no podríamos tener toda la inversión pública necesaria en el caso de la producción de petróleo.

Después de que la Secretaría de la Función Pública inhabilitó por tres años a la constructora Odebrecht, el mandatario ratificó que si hay elementos, “la indicación que se tiene es que no se entreguen contratos a empresas que hayan estado involucradas en casos de corrupción, sean nacionales o extranjeras.

Dijo que los contratos vigentes de la firma brasileña serán revisados porque no podemos actuar de manera arbitraria, tiene que ser de conformidad con la ley; no se trata de cancelar contratos por cancelar, pero ya no puede haber esos contratos leoninos.

Aclaró que no significa que se van a suspender o se van a cancelar todos los contratos. Si hay uno establecido por otro gobierno, incluso que se haya hecho y no son las condiciones mejores para la nación, se tiene que respetar, porque los compromisos se cumplen. Si empezamos a cancelar contratos de manera autoritaria, arbitraria, se va a generar desconfianza en el país.

En la conferencia, López Obrador estuvo acompañado por el gobernador Cuitláhuac García; la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y el director general de Pemex, Octavio Romero. Posteriormente se trasladó a Matías Romero, Oaxaca, para supervisar en privado el proyecto del tren transístmico.