Lunes 22 de abril de 2019, p. 32
París. París, Pekín, Santiago de Chile, Moscú, Nueva Delhi, Roma y la Ciudad de México luchan contra un enemigo común: la polución producida por la huella de carbono de cada uno de sus habitantes.
Por sus concentraciones demográficas superan los índices considerados normales
en materia de contaminación atmosférica.
La huella de carbono se define como el impacto provocado por nuestros hábitos cotidianos en el clima de la Tierra
, es la suma total de los gases de efecto invernadero que son generados en forma directa o indirecta por personas, organizaciones, o productos.
La erupción de un volcán, el derrame en una plataforma o en un barco petroleros, excesivas concentraciones de gases GEI, un incendio forestal, el uso excesivo de autos e industrias pueden detonar una contingencia ambiental.
Estos fenómenos pueden producir efectos adversos en menores de edad, adultos mayores y en personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares, pero puede incluso afectar a personas completamente sanas.
La Ciudad de México ha sufrido varias contingencias atmosféricas en días recientes y aplicó el programa al No Circula, similar a uno adoptado en París que restringe la circulación vehicular los domingos y días festivos en avenidas principales como Campos Elíseos.
Partículas finas suspendidas como ozono (O3) y dióxido de nitrógeno (NO2) son responsables directas de 491 mil muertes en Europa.
En Pekín, con casi 22 millones de habitantes, las contingencias también son recurrentes y aplica una restricción vehicular hasta de 50 por ciento y suspende la asistencia a las escuelas.
En Santiago de Chile en otoño e invierno la falta de vientos produce inversión térmica, por lo que también se reduce la circulación vehicular, se aplican restricciones a la industria y no hay clases.
Moscú, la capital rusa que tiene 12.5 millones de habitantes, cuenta con sus propios problemas de contaminación. Según una reciente encuesta oficial, la contaminación del aire y la basura son para sus ciudadanos los principales problemas ecológicos en la actualidad.
En la capital de India, a la concentración demográfica se suma la existencia de centrales carboníferas que aumentan los riesgos.
En Roma se aplican restricciones a los automóviles más contaminantes y se motiva el uso de coches eléctricos y la movilidad con el uso de bicicletas, combustibles alternativos y pinturas que absorban partículas PM10.