Sociedad y Justicia
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Golpe de calor, caso grave de falta de regulación de la temperatura corporal
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de marzo de 2019, p. 29

Deshidratación, dolores de cabeza, mareos, aceleración del ritmo cardiaco, crisis respiratoria, síncope cardiaco, e incluso estado de coma, son algunos de los efectos que puede generar un golpe de calor, considerado como un caso grave de falta de regulación de la temperatura corporal, lo que incluso puede causar la muerte.

La población más vulnerable son niños y ancianos, pero sus efectos pueden presentarse en población joven y sana, advierten especialistas de la Secretaría de Salud y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En entrevista con La Jornada, destacan que ante las altas temperaturas que se presentan en gran parte del país, la prioridad debe ser mantenerse hidratados, no ingerir bebidas altamente azucaradas, energizantes ni con alcohol, ya que tienen un efecto diurético; usar ropa ligera, aunque de preferencia de manga larga, y tratar de no exponerse a los rayos de sol en las horas de mayor calor.

Leonor Zapata, doctora adscrita al servicio de geriatría del Hospital General de México, destacó que los adultos mayores son un sector de la población altamente vulnerable ante las altas temperaturas, pues destacó que con la edad la composición corporal cambia, principalmente para los mayores de 75 años, por lo que tienen más grasa corporal y menos agua en el cuerpo, por lo que el riesgo de deshidratación es más elevado, a lo que se suma que los ancianos pierden, conforme avanza en edad, la sensación de sed, por lo que no siempre detectan cuando están deshidratados.

En casa, indicó, debemos insistir a nuestros adultos mayores que beban agua, tengan o no sed. Y se debe ser especialmente atentos con aquellos ancianos que no son autónomos para cubrir sus necesidades básica. Agregó que en promedio un adulto mayores deben beber un mínimo de litro y medio de agua al día.

En el caso de los bebés y menores de edad, Mario Acosta, médico adscrito al servicio de urgencias del Instituto Nacional de Pediatría, destacó que a fin de evitar deshidratación o un golpe de calor se debe evitar que los menores estén expuestos a condiciones de calor extremo, se les debe proteger con ropa ligera y mantenerlo adecuadamente hidratados.

Indicó que lo recomendable en la ingesta de líquidos varía por edad. Los bebés recién nacidos y hasta los seis meses de edad deben ser alimentados adecuadamente con leche materna, lo que debe ser suficiente para cubrir también sus necesidades diarias de agua, aunque se debe tener especial cuidado en su vigilancia.

Agregó que para los menores de hasta 20 kilogramos de peso lo recomendable es que beban hasta 100 mililitros de agua por kilo de peso, mientras que un adulto puede beber hasta tres litros de agua para mantenerse hidratado.

En entrevista por separado, Arturo Díaz Hernández, coordinador de programas médicos del IMSS, reiteró que los golpes de calor pueden ser episodios agudos y graves que se pueden presentar en personas sanas, pero también exacerbar padecimientos como problemas renales, respiratorios o de hipertensión.

El golpe de calor se puede presentar cuando una persona alcanza más de 39 grados de temperatura, pues el organismo no es capaz de controlar el alza térmica y se afectan funciones vitales. Por ello, indicó que se debe hacer un énfasis en las medidas preventivas, entre ellas, mantenerse hidratado durante todo el día, protegerse del sol con sombrillas y sombreros, e incluso, recomendó beber un vaso de agua antes de ir a dormir, pues las altas temperaturas también pueden generar deshidratación durante la noche.