La convención social que define a una persona como fea o hermosa y las características positivas atribuidas a la belleza son el eje de la puesta en escena El feo, de Marius von Mayenburg, que comenzó temporada en el Teatro Milán y concluirá el 20 de junio.

Esta obra está inspirada en El rinoceronte, de Eugene Ionesco, refirió Víctor Weinstock, director del montaje. ‘‘Es teatro del absurdo traído al mundo actual de la frivolidad, la vanidad y el consumo. Von Mayenburg plantea que lo que era considerado absurdo en la época del dramaturgo rumano es ya una realidad en la nuestra: todos queremos ser rinocerontes, muy bonitos, pero rinocerontes”.

El texto El rinoceronte (1959) narra la conversión en rinocerontes de los habitantes de un pequeño pueblo. Sólo un hombre sencillo no se trasforma, pero sufre soledad y marginación, y asume su condición con amargura.

El director explicó: ‘‘En la obra tarde o temprano aspiran a ser hermosos como Reynaldo, el feo. Es como un rinoceronte al revés; aquí todos quieren ser tan hermosos como él y buscan esa belleza ficticia, comprada”.

Al comenzar la escenificación, Reynaldo Rosanno (El feo), un inventor brillante descubre que es horrible, característica que lo ha imposibilitado a recibir el reconocimiento en el trabajo y en la relación con su esposa, quien lo ama a pesar de su apariencia. Se somete a una operación para convertir su rostro en hermoso.

Rosanno dijo que la obra aborda la idea de que a ‘‘las personas nos catalogan. Retrata bien cómo, por ejemplo, la sociedad puede poner a un individuo como feo ante todos. O los grandes consorcios pueden poner a una persona y venderla como un estándar de belleza”.

La actriz Karina Gidi destacó ‘‘la importancia que damos a la belleza física y la juventud, y las hacemos figuras positivas. Si vemos a alguien que nos venden como guapo o guapa asumimos una serie de cosas positivas sobre ellos”.

En la obra cuatro actores trabajan a la par del sonido, desarrollado en conjunto con Eduardo Villarreal. ‘‘No son los actores siguiendo al audio y viceversa. El sonido es otro actor. Lo diseñamos entre todos”, detalló Weinstock.

El actor Sergio Bonilla explicó: ‘‘La farsa son los calzones de la realidad volteada, distorsionada. Expone dónde estamos atrapados en esta sociedad y esquemas sobre la belleza y de lo que significa ser bello. Cuando el protagonista se interviene, se trasforma su vida. El feo tiene muchos ganchos profundos de crítica social certera e inteligente.”

En torno al desarrollo de la escenificacion, el actor Artús Chávez dijo que a excepción de Reynaldo Rosanno, ‘‘interpretamos a dos, tres o cuatro personajes incidentales. Yo soy el jefe y el cirujano. Eso es muy divertido y el reto que nos plantea Víctor como director es que lo hagamos sin ningún cambio de vestuario ni elementos extras, sino desde la actoralidad’’.

Las funciones de la obra El feo son a las 20:45 horas, miércoles y jueves, en el Teatro Milán (Lucerna 64, colonia Juárez).