Marx Arriaga, director general de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura federal, hizo el anuncio durante la firma de un convenio con la Universidad Autónoma de Nuevo León; el abogado y escritor sustituye en ese cargo a Daniel Goldin, quien renunció
Viernes 15 de marzo de 2019, p. 3
Monterrey, NL., El abogado, narrador, poeta y analista Abraham Nuncio Limón (Texcoco, 1941) será el nuevo director de la Biblioteca Vasconcelos, anunció ayer el director general de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura federal, Marx Arriaga.
Al término del acto donde se firmó un convenio entre esa dirección y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) para impulsar la Estrategia Nacional de Lectura, Arriaga pidió a los presentes un aplauso para Nuncio, quien estaba entre el público, por su nuevo cargo.
El también articulista de LaJornada sustituye a Daniel Goldin, quien renunció a su cargo porque ‘‘no hubo coincidencia de proyectos”, como explicó Arriaga en estas páginas en la edición de ayer.
Nuncio es licenciado en derecho por la Universidad Autónoma de Coahuila y tiene estudios de maestría en la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL.
Fue director de la revista Deslinde, presidente de la oficina de Investigación y Difusión del Movimiento Obrero y secretario del consejo de administración de la editorial Claves Latinoamericanas.
La UANL se une a Estrategia Nacional de Lectura
La UANL es la primera institución educativa de nivel superior que se suma a las acciones del gobierno federal para la Estrategia Nacional de Lectura que lidera Eduardo Villegas y que reúne a varias áreas de las secretarías de Educación Pública, Cultura y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
El convenio consiste en que los estudiantes universitarios podrán realizar su servicio social en las bibliotecas del estado, principalmente para elaborar un diagnóstico de la situación en la que se encuentran, así como colaborar en estudios sobre hábitos de lectura.
Este proyecto ‘‘evitará generar más burocracia”, explicó Arriaga, pues el vínculo que se establecerá no sólo con la UANL sino con todas las universidades públicas del país será ‘‘un diálogo interinstitucional entre una red de académicos interesados en ver cuáles son los hallazgos que se pueden registrar, para conformar un gran seminario preocupado por los hábitos de lectura en México, y con base en ello dar información no sólo a la Secretaría de Cultura sino a la de Educación Pública, para generar políticas públicas que cambien esos hábitos de lectura.
‘‘Esta es una iniciativa que nunca se había hecho porque no había coordinación y se asumía que los planes de fomento al libro y la lectura debían basarse en un presupuesto alto para la generación del libro, como si este fuera un artículo de lujo y por sí solo generara las dinámicas suficientes para potenciar los hábitos de lectura. Eso no es así.
‘‘Quienes nos hemos dedicado al fomento a la lectura sabemos que el libro no es suficiente, se necesita generar pedagogía, un enlace entre el libro y el usuario, debe haber una didáctica que sirva de puente para que el libro impacte en el lector, por eso debemos saber qué libros necesita cada comunidad, y en eso nos van a ayudar las universidades.”
La Dirección General de Bibliotecas diseñó una plataforma ‘‘Moodle” donde se ofrecerá una capacitación a distancia a los estudiantes de la UANL. Esta capacitación está dividida según las responsabilidades que asuma el alumno al atender en las bibliotecas a estudiantes de primaria y secundaria.
Está dividida en 12 sesiones semanales de dos horas cada una, las cuales implican otras 12 horas adicionales de desarrollo práctico del estudiante universitario en los espacios de la biblioteca pública atendiendo a grupos reducidos de alumnos de educación básica.
Además, la Dirección General de Bibliotecas organizará coloquios, foros y congresos en esos espacios centrales de todo el país.
Arriaga habló del rediseño de la revista El Bibliotecario, como publicación académica ‘‘que funcione como vitrina para todos los trabajos de investigación que surjan del convenio que hoy se firmó”. Al formalizar estos convenios estatales se logrará, añadió, ‘‘reactivar la Red Nacional de Bibliotecas Públicas por medio del trabajo que se realice en estos talleres de estrategias pedagógicas, aplicados por estudiantes universitarios;empoderar a la comunidad universitaria del país y cumplir con laLey General de Bibliotecas para sentar un precedente en el cómo tomar decisiones políticas con base en un trabajo sistemático de investigación que garantice el éxito de estas”.