Los microciclos que realiza Gerardo Martino con la selección mexicana permitirán que se avance en el proceso para implementar el estilo de juego que el técnico busca, por lo que los clubes deben dar prioridad al desarrollo de la selección, aseguró Ricardo La Volpe, quien también llevó a cabo esta práctica cuando dirigió al Tricolor en 2003.

Primero debemos ver por el futbol mexicano. El técnico debe conocer a los jugadores no sólo por lo que hace en su equipo, para eso él necesita tiempo; los partidos de fecha FIFA sirven de poco porque la concentración sólo es de tres días y a veces no es un buen parámetro los equipos a los que enfrentan, explicó.

Me imagino que lo que desea Martino es ver qué hay en la Liga Mx, ver de qué manera están jugando en el ámbito local, conocer de cerca a estos jugadores para ver el potencial que tienen. Una cosa es lo que observa en los partidos y otra en un entrenamiento, donde puede analizar si el jugador encaja en el funcionamiento que pretende tener en la cancha.

Cuando La Volpe dirigió por primera vez a la selección mexicana en el proceso para Alemania 2006, desató polémica por implementar los llamados microciclos, luego de que varios clubes comenzaron a quejarse y llegaron a negar los permisos para que los jugadores acudieran a las concentraciones fuera de fecha FIFA.

Los microciclos serán beneficiosos, permiten que el futbolista conozca el juego en conjunto. El problema es que habrá gente que diga que son mejores los jugadores que están en el extranjero porque tienen roce internacional, pero el técnico tiene que conocer qué hay en el ámbito local, si hay, afirmó.

Aseveró que no tienen fundamentos las críticas por parte de algunos estrategas que consideran que estas concentraciones provocarán una sobrecarga de trabajo en los jugadores o que los afectarán en la preparación que realizan para los torneos de la liga local. En estos entrenamientos no se trabaja nada físico, todo es táctico.

Indicó que con Martino la selección comienza otra vez desde cero, a diferencia de otros países como Alemania que han respetado la continuidad de una ideología en el sistema de juego. La Federación debe entender que ya debe tener una filosofía, no sólo llamar a un técnico porque está triunfando. Si no copiamos de lo bueno, va a estar difícil.