Domingo 10 de febrero de 2019, p. a11
Juan Diego García nació sin el brazo derecho y desde niño comenzó a practicar el taekwondo, disciplina que hará su debut en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019 y los Paralímpicos de Tokio 2020, donde el nativo de la sindicatura de Costa Rica, Sinaloa, promete ganar medallas tras el oro obtenido en el Mundial de Turquía, la primera presea para un mexicano con tan sólo 16 años de edad.
Flamante campeón mundial
El flamante campeón sinaloense lo ve como un aliciente para el compromiso continental del 23 de agosto al 1º de septiembre. Tenemos claro que no debemos bajar el ritmo porque lo más difícil es mantenerse. Vamos a seguir en competencias para sumar puntos, con el título mundial alcancé 100, lo que me coloca entre los tres mejores del mundo
, afirmó.
Con la plaza asegurada para Lima, Juan Diego está cierto de ofrecer un resultado óptimo para llegar a lo más alto del podio en lo que sería el debut de esta modalidad del taekwondo en la cita regional en la que México ha destacado en otros deportes y en los Paralímpicos.
Vamos a trabajar muy duro para traernos esa medalla de oro. Buscaremos justas de fogueo antes del Parapanamericano
, sostuvo el competidor, quien comenzó a destacar en 2016.
En el Mundial de Antalya, Turquía, el parataekwondoísta realizó cinco combates y todos los ganó por amplio margen para dejar en el camino a los representantes de Polonia, Marruecos, Gran Bretaña y Japón.
La final sería contra un conocido rival, Magomedzagir Isaldibirov, quien sucumbió 8-4 en -75 kilogramos, categoría K44. Un duelo difícil pero con la satisfacción de cobrarse la revancha contra el ruso que lo había vencido en otra ocasión.
Juan Diego, quien nació sin el brazo derecho, consideró el deporte como algo fundamental en su vida. Es algo muy especial, porque me ha dado valores como la disciplina, la cual aplico en todo lo demás
.
Ayer, el monarca mundial fue recibido como héroe en Culiacán y con música de banda que llevaron sus familiares. Lo único que quiero es que confíen en mí. Escucho la tambora y me lleno de emoción
, agradeció el adolescente acompañado de sus padres .