Carecen de mecanismo para verificar el cumplimiento de cometidos y garantizar el buen uso de los recursos
Viernes 8 de febrero de 2019, p. 4
El programa de estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras, a cargo de la desaparecida Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol, hoy Secretaría de Bienestar), ha presentado en años recientes diversas fallas y omisiones, entre ellas la falta de mecanismos para verificar el cumplimiento de sus metas y garantizar el buen uso de los recursos asignados, advirtió la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Un ejemplo de lo anterior puede verse en la auditoría de desempeño 265, realizada a la Cuenta Pública 2017, donde la ASF hizo una evaluación general de la forma en que trabajan las estancias infantiles en Ciudad de México y formuló un total de 17 recomendaciones sobre diversos puntos.
Entre los señalamientos de la ASF se encuentra el hecho de que, a pesar de que el programa de estancias infantiles está dirigido a la población de menores recursos, 55 por ciento de dichos centros se ubicaron en localidades con grado de marginación muy bajo; 21 por ciento, medio; 18 por ciento, bajo; 3.4 por ciento, alto, y sólo 1.3 por ciento en sitios de muy alta marginación.
Lo anterior exhibio que las estancias infantiles no priorizaron las localidades con mayores desventajas en su situación geográfica, económica y social
ni tomaron en cuenta los criterios de pobreza multidimensional establecidos por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Por otro lado, la Sedesol no dispuso de mecanismos para garantizar que los apoyos otorgados a las estancias afiliadas al programa fueran realmente utilizados para la adecuación de los espacios en donde están los niños, así como para la compra de mobiliario y equipo, la adquisición de una póliza de seguro de responsabilidad civil y la elaboración de un plan interno de protección civil.
Aunque la Sedesol afirmó que en 2017 se llevaron a cabo 13 reuniones con el organismo Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Nacional para supervisar el buen estado de las estancias, no logró acreditar que los encuentros se hayan realizado ni que se concentraron en su finalidad principal: la capacitación de los encargados de estos sitios.
De igual manera, la ASF advirtió que los encargados del programa no contaron con herramientas para saber si la existencia de las guarderías sirvió efectivamente a los padres, madres o tutores de los niños para trabajar, buscar empleo, capacitarse o estudiar y, por tanto, tampoco para saber si se protegió o no su bienestar socioeconómico
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