Debe gobierno terminar el proceso
Roberto Villers aclara que las instituciones públicas están más avanzadas en la evaluación
Lunes 4 de febrero de 2019, p. 29
Aunque se han dado los primeros pasos para la creación de un Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, es necesario concluir este proceso lo más pronto posible, pues actualmente sólo 55 por ciento de la matrícula lo hace con programas certificados.
Para Roberto Villers Aispuro, director general académico de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), el aumento de la calidad debe estar a la par
de la ampliación de la cobertura en la educación superior planteada por el nuevo gobierno.
En entrevista, señaló que de los 30 mil programas de educación superior que tienen registrados las universidades e instituciones, solamente unos 8 mil de ellos están evaluados por organismos o agencias reconocidas.
Informó que las universidades públicas son las que tiene un mayor porcentaje de su alumnado –alrededor de 85 ciento– en programas evaluados por su calidad. A la educación superior no le espanta en lo absoluto la medición de logros; curiosamente la mayor matrícula evaluada está en los institutos públicos estatales, autónomos. La autonomía y la evaluación no son posiciones encontradas
, insistió.
El directivo de la Anuies, organismo al que están asociadas casi 200 universidades e instituciones públicas y privadas del país, aclaró que el 45 por ciento restante de la matrícula se reparte en poco más de 2 mil instituciones que no tienen un solo programa evaluado y para las cuales no existe ninguna disposición normativa que las obligue a contar con ello.
Basta, explicó Roberto Villers, con que cumplan con lo necesario cuando se les entrega el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) mediante el cual se autoriza incorporar un plan y programas de estudio que un particular imparte o pretende impartir en el sistema educativo nacional.
Aclaró que la calidad tiene un costo, pues no es fácil mantener una planta académicos con doctorado y con docentes con licenciatura de tiempo completo, además de que es relativamente oneroso certificar los programas de estudio.
A la par de la cobertura educativa, que es uno de los retos del nuevo gobierno, está el incremento de la calidad y los dos cuestan. Mejores aulas, laboratorios modernos, insumos de calidad, y todo esto representa recursos. La calidad cuesta, pero cuesta mucho más no tener calidad
, dijo el especialista, quien tiene más de tres décadas trabajando en el tema.
Explicó que en el gobierno federal que recién concluyó hubo un ligero retroceso en la tarea evaluadora, pues aunque de 2006 a 2012 la matrícula en programas de estudio examinados y calificados se duplicó, al pasar de 30 a 59.6 por ciento, éste descendió a 55 puntos, quedando muy por debajo del 70 por ciento que era la meta.
No obstante, consideró que se dejó avanzado el trabajo para crear el sistema nacional de evaluación. Es decir, iniciamos un nuevo sexenio con un estancamiento de la calidad, pero con ideas muy claras sobre lo qué hay que hacer
, dijo Roberto Villers.
Incluso, aclaró que más allá de ser un un pendiente lo que ha dejado el anterior gobierno, es un proceso que está en curso, y que estamos muy cerca de concretar. Hay muy buena voluntad en el Secretaría de Educación Pública para alcanzarlo
.