Tuxpan, Nay., Durante su segunda visita a comunidades afectadas por el ciclón Wilma para encontrarse con quienes son damnificados del huracán y de la política neoliberal, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el país afronta una tremenda crisis de bienestar social. Y lamentó: Los que se fueron dejaron muy enredado todo y un cochinero que hay que limpiar.

Apeló de nuevo a la historia como soporte de sus políticas y parafraseó la frase bíblica que hizo suya Francisco I. Madero aludiendo al hambre y sed de justicia del pueblo. Estoy muy consciente de ese anhelo de justicia, subrayó antes de repudiar de nueva cuenta los efectos del neoliberalismo, que no es más que neoporfirismo.

Sólo pido paciencia para operar los cambios, expresó. Existe la voluntad, tengo los sentimientos suficientes; es cosa de que nos organicemos para que poco a poco vayamos enfrentando los grandes y graves problemas del país.

En el estadio municipal de béisbol se concentraron miles de nayaritas damnificados de ocho municipios aledaños para enterarse de los apoyos para superar una tragedia que los atrapó en plena transición gubernamental, que paralizó la ayuda en el ocaso del sexenio pasado. Hizo un corte de caja entre la pesada carga burocrática y de corrupción heredada con el anuncio del viraje en la política social.

¿Qué pasaba? Dinero del presupuesto, el dinero del pueblo se lo robaban. El gobierno no estaba organizado para el beneficio del pueblo, estaba organizado para el saqueo, aseveró. Anunció que ya hay 20 millones de familias censadas para recibir los apoyos. No obstante, anticipó que si no está bien levantado el censo, se volverá a elaborar.

Poco antes, el gobernador Antonio Echevarría se desbordó en elogios al Presidente, a quien señaló que los apoyos ofrecidos representaron un bálsamo en momentos de dolor profundo.

En el resumen de apoyos del gobierno federal, la secretaria del Bienestar, María Luisa Albores, anunció que el programa de ayuda a los damnificados constaba de 142.2 millones de pesos en diversas vertientes. El titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer, desglosó 250 millones de pesos distribuidos en enseres domésticos y obra pública para reconstruir espacios comunes, en tanto que el responsable de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos, enumeró apoyos a productores.

López Obrador detalló que dichos programas aún no concluyen, pero se complementarán con el inicio de la entrega de beneficios a las familias pobres de la nueva política social. Explicó que ahora no pasarán por la estructura administrativa, porque eso era como un embudo: arriba lo más ancho y abajo llega muy poquito.

No obstante, alertó sobre los obstáculos a enfrentar, entre ellos la falta de infraestructura bancaria para la dispersión directa mediante tarjetas. Otra de las tragedias es que acabaron con los bancos, los entregaron todos. Dejaron un banquito que se llama Bansefi; ahora va a ser un bancote, porque se va a convertir en el Banco del Bienestar.

Detalló los programas y se refirió a las complejidades de operación, entre ellas, de echar andar un gobierno entumido, atrofiado. Y así llegó a la entrega de apoyos a los adultos mayores que ahora va a ser universal, incluidos los derechohabientes del IMSS y del Issste. Y reveló otro problema: Hace un mes que estoy queriendo tener el padrón de adultos mayores del IMSS. ¡Fíjense que soy el Presidente y me cuesta (obtenerlo) por la burocracia!

En el desglose de beneficios y problemas de las acciones sociales llegó a los precios de garantía a los productores de maíz y frijol. Sin mayores precisiones refirió que están pidiendo 17 o 20 pesos por kilo de frijol. ¿Cómo es que ahora piden tanto si antes no hicieron nada? Acá no va a ser así, va a ser lo justo. Yo creo que son 14 mil 500 la tonelada, pero se va a mantener fijo.

Se detuvo largamente en mencionar los apoyos a los jóvenes para subrayar algunas de las motivaciones: No vamos a poder resolver nunca el problema de la inseguridad y de la violencia si les seguimos dando la espalda a los jóvenes. Esa es la filosofía de ese programa.

Ya en Tecuala, en otra concentración con damnificados, subrayó que hay 16 millones de jóvenes en pobreza: “Claro que llegan a ofrecerles ofertas tentadoras, indecorosas, y caen en la tentación de esa vida superficial de traer la ropa de marca, alhajas y la troca. Eso que es lujo barato”.

Todo ello terminará porque ya no habrá excesivos salarios para los de arriba, porque el avión presidencial está allá en Los Ángeles, está por venderse. Y viene una feria porque vamos a vender como 70, 80 aviones y helicópteros, y vamos a vender como 200 camionetas blindadas.