En un contexto en el que el debate sobre la crisis de Venezuela ha llegado al escenario de los organismos multilaterales, el embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Ramón de la Fuente, expresa que –como señaló la cancillería– nuestro país no tiene por qué salirse de sus principios constitucionales. Vamos a propiciar que se encuentre alguna alternativa por la vía pacífica y del diálogo, por la vía de la concertación, afirma.

Indica que la postura –comunicada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, a cargo del canciller Marcelo Ebrard, y por el presidente Andrés Manuel López Obrador– está en sintonía con lo declarado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien recientemente insistió en favorecer el diálogo en Venezuela.

En entrevista, De la Fuente reconoce que en ocasiones este camino no prospera a la primera; sin embargo, eventualmente se encuentran alternativas. Recordó que el Presidente ha reiterado que si solicitan a México ser partícipe en un esfuerzo facilitador lo hará, pues ello también forma parte de los principios constitucionales de nuestro país.

–¿El diálogo incluye la posibilidad de celebrar nuevas elecciones (en Venezuela)?

–El diálogo incluye lo que las partes estén dispuestas a incluir, por su puesto, si no, no lo puedes impulsar.

Agrega que a la idea de que en este caso no hay más alternativa que la violencia y el estallamiento de una conflagración interna, se contrapone la opción de quienes pensamos que el diálogo nunca hay que descartarlo.

▲ Juan Ramón de la Fuente alista viaje a Nueva York.Foto José Antonio López

Este planteamiento, señala el embajador ante la ONU, no sólo se apega a la Constitución, sino se apega a la razón. La razón como contraparte del uso de la fuerza.

El ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México dejará el país a mediados de febrero para instalarse en Nueva York, desde donde impulsará las prioridades de México ante la ONU.

Sobre esta labor, considera que en un esquema complejo, donde se deberán revisar temas muy difíciles, como el abordaje de las drogas, la migración, los conflictos regionales y sus implicaciones, la nota optimista proviene de la Agenda 2030 y el regreso al humanismo de las políticas públicas.

Explica que el gran eje de México en este organismo multilateral será la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que plantea 17 Objetivos con 169 metas que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Opinó que esta hoja de ruta nos devuelve el optimismo a todos, porque se mostró que todavía en este planeta puede haber consenso.

En marzo, en la capital de Austria, los países miembro de la ONU están citados para revisar el abordaje de los estupefacientes. En 2016, México impulsó el viraje de una política prohibicionista a una de perspectiva de salud pública y derechos humanos. Esta vez, México informará sobre la revisión cuidadosa de las políticas en la materia. Asimismo, expondrá que la situación geográfica es muy peculiar. Estamos junto al mercado más potente de consumo drogas y en consecuencia tenemos una dinámica que es distinta a la de otros países.