La opera prima de Sofía Gómez fue filmada en una casona en Guadalajara
Viernes 18 de enero de 2019, p. 6
Una antigua casona, casi derruida, en el centro de Guadalajara aloja a cinco jóvenes que deambulan en relativa libertad y con diversas motivaciones bajo la mirada expectante de otro habitante: un gato.
En la cinta Los años azules, explicó la directora Sofía Gómez Córdova, la finalidad es compartir cómo nos sentimos cuando nos ubicamos en el tiempo en que crecimos y pasamos a la edad adulta con personas, a veces, muy distintas a nosotros, que dejaron una huella profunda en la construcción de la personalidad y vida
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Este largometraje, que es su opera prima, es una mirada muy nostálgica y con mucho cariño a esa época saturada de muchas expectativas, pero también de incertidumbre
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Los años azules, protagonizada por Paloma Domínguez, Luis Velázquez, Ilse Orozco, Juan Carlos Huguenin, Natalia Gómez y Toffu (Schrödinger), un gato huraño y celoso de su propiedad –el único habitante permanente de la casa– coexisten en débil armonía hasta la llegada de una extravagante inquilina quien los transforma en una fugaz y disfuncional familia
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La diversidad de los personajes, explicó Gómez Córdova, es uno de los temas fundamentales en la cinta, en el sentido de cómo personas tan distintas pueden encontrar lugares en común, incluso en medio de conflictos hallan formas para armonizar, gracias a que reconocen y valoran la diferencias de cada uno y así emerge su identidad
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El inmueble, la inspiración
La casona fue la inspiración de la realizadora, quien vivió ahí. La película deriva precisamente de ese lugar, y toda la construcción estuvo subordinada a la disposición de los espacios y a la personalidad particular de esa casa; mientras el gato significa la mirada irónica que quisimos imprimir al tono de la película
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Incluso, fue un vehículo que utilizamos para entrar a la ficción y narrar desde adentro de la casa, sin que lo hiciera ninguno de los personajes, pero sí pudiéramos estar en el interior
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En la trama “los chavos han tenido la libertad de elegir sus caminos, muchos de los cuales son complicados en el sentido de que son áreas tal vez muy puras y no insertas en la economía, pero, al mismo tiempo, ellos tienen muchas expectativas y sienten la obligación de cumplirlas, aunque podrían estar en contra de lo que el contexto les otorga como oportunidades.
Sí pueden decidir muchas cosas, pero también pueden carecer de herramientas para ejecutarlas.
En la historia, de tinte autobiográfico, la directora retomó algunas de sus vivencias para llevarlas al séptimo arte, con la finalidad de “expresar lo que representó y determinó esa época en mi vida. También es un homenaje a ese tiempo, a la casa –ese lugar que pensé que iba a dejar de existir en algún momento– y a las personas con las que conviví, las cuales me dejaron muchos aprendizajes”. De hecho esta experiencia fue común a varios de los que trabajaron en esta película, por esto mismo tenemos un corazón donde compartimos los mis-mos sentimientos
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Los años azules significó un intento de profesionalizar y contribuir a la industria cinematográfica en la región, en provincia; empezamos con cortos y luego seguimos con largometrajes; además, esta obra forma parte de un proceso de exploración de modelos de producción y de generar alternativas diversas
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La cinta está inscrita en el género dramático y ha obtenido diversos premios, con guion de Luis Briones y Sofia Gómez, fotografía de Ernesto Trujillo, diseño sonoro por Odín Acosta y música de Kenji Kishi y Víctor Pulpo.
Lo cierto es que esta historia podría resultar común a muchas personas por lo que sentimos, vivimos y cómo decidimos abordarlo
, puntualizó Sofía Gómez Córdova sobre la cinta que se estrena este viernes 18 de enero en varias salas del país.