Domingo 28 de octubre de 2018, p. 2
Juchitán, Oax., El titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo, reprobó el operativo policiaco que la madrugada de ayer encabezaron unos 200 policías federales y de la Gendarmería para evitar el ingreso de la caravana de migrantes a territorio oaxaqueño; después de cuatro horas de diálogo se permitió el acceso de los centroamericanos, en su mayoría de hondureños que vienen a pie o en aventones de automovilistas solidarios.
Antes, en el municipio de Arriaga se hizo el intercambio simbólico
de la Comisión de Derechos Humanos de Chiapas a su par de Oaxaca, encabezada por Peimbert, por lo cual integrantes de la caravana avanzaron y fue que se encontraron el cerco de seguridad que finalmente se disolvió.
Reiteró que el fenómeno migratorio que vive Centroamérica debe ser catalogado como una crisis humanitaria que ha generado el desplazamiento forzado y que hoy se ha formado en una caravana de miles de personas, menores de edad incluidos.
El ombudsman precisó que el fenómeno en los países de América Central creció de manera exponencial en los años recientes a causa de la inseguridad generalizada, la falta de empleo y el deterioro de las condiciones de vida.
“La mayoría de los migrantes proceden de países con condiciones políticas y sociales que no permiten su pleno desarrollo, lo que representa un reto para los grupos más vulnerables, como los jóvenes, las mujeres y los niños.
Se percibe el amor
Llegan con diferentes historias, algunos húyen del crimen organizado, otros se quedaron sin trabajo, o son niños que escapan de los conflictos, la violencia u otros peligros con el fin de encontrar seguridad y medios de subsistencia”, expresó.
Los migrantes que llegan no son malos
y tampoco vienen a robar
o causar desastres; vienen familias enteras, con bebés en brazos y se percibe el amor entre ellos.
Apremió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que se reconozca la crisis humanitaria que están viviendo los migrantes, por lo que se requiere que organismos internacionales liderados por la ONU atiendan a esas familias.
Sólo la ONU podrá reunir los esfuerzos del mundo para atender las causas de la migración forzada desde esa región y así, atender de raíz el fenómeno, cuando los migrantes cuentan con más y mejores oportunidades de desarrollo, ellos están en mejores condiciones de contribuir a las comunidades que los acogen, o de regresar si las condiciones mejoran en sus países.
Recalcó que la defensoría solicitó al Estado mexicano que use los recursos internacionales para asegurar una estrategia migratoria basada en derechos humanos aplicable a las condiciones actuales y llamó para que, en uso de sus facultades como Estado miembro, convoque a una sesión extraordinaria para tratar la diáspora migrante y dar alivio humanitario a los desplazados.
La defensoría emitió el 20 de octubre medidas cautelares al gobernador, a las dependencias de gobierno y a las autoridades municipales de Oaxaca que se encuentran sobre la ruta de la caravana para la protección y el respeto de los derechos de los extranjeros en tránsito durante su estancia aquí.
Édgar Corso Sosa, quinto visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, también pidió al gobierno de Oaxaca y a los ayuntamientos que brinden asistencia humanitaria
a los más de 7 mil migrantes.