Madrid. El gobierno catalán, presidido por el nacionalista Quim Torra, en un intento por reconducir la relación con el Ejecutivo español, envió una breve carta en la que se abre al diálogo, pero sin dar un ultimátum como el que lanzó desde el pleno parlamentario el martes pasado. La estrategia del presidente catalán fracturó al independentismo porque no involucró a nadie en la decisión.

En el debate del martes en el Parlamento catalán, Torra advirtió al gobierno del socialista Pedro Sánchez que si para noviembre no había una formula para celebrar un referendo independentista en Cataluña le quitaría su apoyo en el Congreso de los Diputados, lo que provocaría un casi seguro adelanto de elecciones en España. La respuesta de Madrid fue inmediata: no presentarán ninguna propuesta para una consulta de secesión, sino una para fortalecer el autogobierno y siempre contemplando a Cataluña como región autonómica.

Torra lanzó el ultimátum sin consultarlo con los diputados de su formación política (Partido Demócrata de Catalunya) ni con sus socios de Esquerra Republicana, que desde Madrid advirtieron que no acatarían esta decisión.

El gobierno español negoció con las formaciones independentistas catalanas su apoyo a la moción de censura contra el derechista Mariano Rajoy, y desde que asumió el poder también han avanzado en varios rubros relacionados con las finanzas de la región autonómica. De hecho, los presupuestos que tienen previsto apoyar tanto Esquerra Republicana como el partido de Torra permitiría aumentar el gasto público en la región en algo más de mil 400 millones de euros, algo que el ultimátum dejaba en el aire.

El envío de la carta es un intento de rectificar y reconducir la situación, con lo que apremian al presidente Sánchez a que concrete los términos del diálogo para abordar el ejercicio del derecho a la autodeterminación. Pero en ningún caso fijan fecha límite ni ponen condiciones. Desde el gobierno español no se ha dado respuesta a la propuesta de diálogo, pero la ministra de Administraciones Públicas advirtió que en ningún caso se hablará con el gobierno catalán de autodeterminación, porque su hoja de ruta es fortalecer la autonomía.

En la sesión parlamentaria en Barcelona también quedó en evidencia el distanciamiento del grupo en el poder de la Candidatura de Unidad Popular (CUP, anticapitalistas e independentistas), que exigieron la renuncia del consejero del Interior, Miquel Buch, por la represión policial de hace unos días, y advirtieron que ellos llevaran a cabo la independencia con ustedes o contra ustedes.

Los cuatro diputados de la CUP instaron a presidente Torra a declarar de forma inmediata la República, a que entren en vigor las leyes de transitoriedad y desconexión y a que abran las cárceles en las que están presos los líderes independentistas para que puedan salir, al considerar que son presos políticos.

En otro orden, el Tribunal Supremo confirmó la pena de cuatro años y medio de cárcel para Rodrigo Rato, ex director del Fondo Monetario Internacional y ex vicepresidente del gobierno español, por las llamadas tarjetas black, un fraude que se orquestó desde la caja de ahorros Bankia cuando el sentenciado la presidía.