Ciudad Juárez, Chih., Tres de los cuatro integrantes de la Corte de Comisionados –equivalente al cabildo– del condado de El Paso, Texas, aprobaron un manifiesto en el que expresan la oposición de las autoridades y de los habitantes de esa ciudad a la construcción del muro fronterizo, medida que consideran, es parte de la retórica antinmigrante y de seguridad nacional del presidente estadunidense Donald Trump.

En el documento, plantearon que las autoridades y la comunidad de Paso del Norte, piden al gobierno federal de Estados Unidos que se adopten políticas que promuevan abrazos en vez de un muro.

Expusieron que erigir el muro fronterizo en el barrio histórico de Chihuahuita se considera por la comunidad paseña y la comunidad de fe como un símbolo de odio hacia amigos, aliados comerciales y familia en México.

Aprobaron la resolución tres de los comisionados y sólo Andrew Haggerty, se negó a avalarla con el argumento de no tener aún claro qué decisión tomar.

Rubén Vogt, juez del Condado de El Paso votó en favor del pronunciamiento y dijo que la población de esa ciudad limítrofe con Ciudad Juárez se ha distinguido por siempre tener un sentido de solidaridad y semblante de bienvenida con los migrantes.

En este contexto, el pasado lunes por la tarde noche, alrededor de 200 integrantes de la Red Fronteriza de Derechos Humanos realizaron una marcha por el centro de El Paso para reprobar el inicio de las obras de construcción del muro el pasado sábado, y al proceder de la Patrulla Fronteriza para con los indocumentados.

Informaron que la actividad conocida como Abrazos No Muros, se realizará el próximo 13 de octubre como estaba programado. “Vamos a parar la construcción del muro porque es algo indigno… y no van a parar ‘Abrazos No Muros’, símbolo de resistencia de las familias”, advirtió Fernando García, dirigente de la Red Fronteriza de Derechos Humanos .