Dio la oportunidad al republicano de dividir a México y Canadá
Miércoles 26 de septiembre de 2018, p. 13
El pasado 2 de julio, un día después de ganar las elecciones de México, Andrés Manuel López Obrador recibió una llamada de felicitación de Donald Trump. Pero el mandatario estadunidense tenía algo más importante en mente: ¿consideraría el próximo presidente de México un acuerdo comercial bilateral?
El futuro mandatario respondió que estaría abierto a la posibilidad
, en caso de que no se lograra un acuerdo trilateral que incluyera a Canadá, dijo Héctor Vasconcelos, importante asesor de política exterior de la campaña del tabasqueño.
La respuesta de López Obrador marcó un momento crucial tras un polémico año de negociaciones entre Estados Unidos, Canadá y México para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un mercado regional de más de un billón de dólares anuales.
Hasta entonces, México y Canadá habían trabajado juntos para contrarrestar el peso económico y político de Estados Unidos y de la exigencia de Trump de lograr más beneficios para su país, tras llamar repetidamente al TLCAN un desastre
para los trabajadores estadunidenses.
Pero la victoria electoral de López Obrador dio al republicano la oportunidad de dividir a México y Canadá y de lograr un acuerdo como él quería: bilateral.
Creo que estoy mejor (con López Obrador) que con el capitalista
, dijo Trump el mes pasado a sus seguidores en Virginia occidental, refiriéndose al presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto.
El cambio en la posición de México ocurrió cuando las administraciones entrante y saliente se dieron cuenta de que un acuerdo comercial con Estados Unidos antes del cambio de poder del primero de diciembre convenía más a sus intereses, según más de una docena de entrevistas con personas familiarizadas con las conversaciones.
El gobierno electo estaba ansioso por eludir conflictos con Trump y centrarse en asuntos internos. López Obrador quiso evitar el dolor de cabeza de navegar una compleja negociación comercial dejada por un gobierno anterior, dijeron a Reuters tres altos personajes de la administración entrante.
El equipo saliente de Peña Nieto quería rescatar un logro tangible tras las duras negociaciones, que eclipsaron el último tercio de su presidencia, obstaculizaron la inversión y golpearon al peso, según fuentes cercanas a las negociaciones.
A lo largo de gran parte de dicho proceso, el equipo de Peña Nieto había razonado que, en conjunto, Canadá y México tenían más influencia en el debate de temas que se inclinaban más hacia Estados Unidos, pero el 27 de agosto, menos de dos meses después de la llamada de Trump a López Obrador, los negociadores de ambos países lograrona un acuerdo: llegamos a un momento donde México tenía que ver por México
, dijo Moisés Kalach, encargado del sector privado mexicano en el diálogo sobre el TLCAN.
México debilitó el poder de negociación de Canadá cuando cedió en algunos temas importantes para Ottawa, incluyendo un mecanismo para resolver disputas entre los socios del TLCAN, conocido como Capítulo 19 que, según funcionarios canadienses, ofrece protección contra prácticas comerciales desleales.