Mientras los pueblos indígenas no tengan un lugar justo y digno en este país, los mexicanos difícilmente podremos lograr la reconciliación con nosotros mismos, planteó ayer Adelfo Regino Montes, propuesto por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para hacerse cargo del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas.

Al participar en la inauguración de un foro internacional sobre jurisdicción indígena, que se celebra en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que hacer efectivos y de cumplimiento cotidiano los derechos de 25 millones de mexicanos que se reconocen como indígenas en el país es una deuda colectiva.

Explicó que desde el inicio del próximo gobierno se trabajará en la armonización de las leyes para que se hagan efectivos esos derechos.

Será un proceso de reformas a la Constitución, a las leyes secundarias y estatales, para que los derechos de casi 25 millones de mexicanos que se reconocen como indígenas puedan ser aplicados de manera cotidiana, dijo en el encuentro organizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

El presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, dijo que los derechos de los pueblos y comunidades indígenas no se restringen a la protección de las lenguas, sino que incluye la garantía a organizarse internamente de acuerdo con sus tradiciones y formas de administración de justicia.

Pero la materialización de sus derechos es obstaculizada por barreras del sistema de justicia como el uso dominante del idioma español, que se otorgue mayor valor a lo escrito que a la palabra, trato discriminatorio, formalismos excesivos en los tribunales, exceso de judicialización de los conflictos, cobertura territorial pobre.

González Pérez consideró que se requiere instrumentar mecanismos para evitar la discriminación y profesionalizar al personal del aparato de justicia, en particular a los abogados de oficio, peritos culturales, intérpretes y traductores, así como evitar la subutilización de los tratados e instrumentos jurídicos internacionales y nacionales que protegen los derechos de las comunidades indígenas.

La deuda histórica es que en México nos dotamos de buenas leyes y adoptamos tratados, pero en los hechos no hemos sido capaces de materializar los derechos indígenas.

Jorge Madrazo Cuéllar, ex presidente de la CNDH y uno de los impulsores del foro, dijo que hacer valer los derechos de género en las comunidades indígenas es un aspecto que requiere especial atención.