En el país existen alrededor de 34 millones de personas víctimas de la violencia, desaparición forzada, desplazamiento interno, y de agresiones sociales, entre otras, estimó el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh).

En la apertura del diplomado Atención a Víctimas de Violencia y Catástrofes, corganizado con la Universidad Iberoamericana, el director de dicho centro, Mario Patrón Sánchez, señaló que estos millones de víctimas están ligadas a regiones del país que están perdidas, aisladas o que se hallan bajo el dominio del crimen organizado donde incluso la institucionalidad del Estado trabaja para los diferentes grupos delictivos.

Así se entiende (lo ocurrido en) Ayotzinapa, San Fernando, Cadereyta, damnificados del 19 de septiembre del año pasado y así podríamos seguir con muchos ejemplos, dijo Mario Patrón, quien también citó la impunidad generalizada existente en el país, en el cual sólo uno de cada diez delitos denunciados acceden a la verdad y a justicia.

Es decir, ese es el nivel de abandono de las víctimas y estamos hablando de un México que vive una corrupción generalizada en distintos ámbitos como son economía, política, social, infraestructura, tráfico de influencias.

En un comunicado de la Ibero, que da cuenta de la reunión realizada en el Museo Memoria y Tolerancia, se señala que Mario Patrón recordó que este miércoles 26 de septiembre se cumple el cuarto aniversario de la desaparición de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, un caso representativo que da cuenta y hace que emerja este México adolorido, ensangrentado e inconforme. También estamos –añadió– a unos cuantos días de la conmemoración del 50 aniversario del 2 de octubre.

“Es mucho lo que estos tres símbolos de fechas –junto con los sismos de septiembre de 2017, que viene precedido de un trabajo de memoria y de verdad de los sismo del 85– nos demuestran, que es el reto de construir verdad y memoria, y no pueden existir éstos si no hay organicidad social.