Nivelar la edad de retiro de acuerdo con el aumento o reducción de la esperanza de vida, introducir una auténtica pensión universal mínima, incrementar la actual aportación obligatoria de 6.5 a 13.5 por ciento, establecer la deducibilidad de 100 por ciento de aportaciones a fondos de pensión y sanciones ejemplares a evasión y simulación de nómina son algunas propuestas del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Para reformar el sistema de pensiones, el IMEF propone también reducir las comisiones mediante cobro por desempeño y desaparecer la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro para dar paso a un instituto nacional.

En conferencia de prensa, el presidente del IMEF, Fernando López Macari, dijo que el tema está sobrediagnosticado y recomendó reformar los sistemas estatales de pensiones y de universidades públicas que aún no han hecho la transición a cuentas individuales. De igual forma, concluir la transición a cuentas individuales iniciada en la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos. Además, homologar los sistemas de otras empresas estratégicas del Estado y la banca de desarrollo que mantienen pasivos pensionarios.

De manera adicional se plantea instaurar la plena portabilidad entre sistemas, pues si bien ésta ya aplica entre el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, sería mejor extinguir el resto del ecosistema (estados, universidades) u homologarlo al menos.

También se propone eliminar los retiros anticipados del monto ahorrado en la Afore y promover un estricto cumplimiento del régimen de inversión para la protección de los recursos que pertenecen a los trabajadores, así como la ampliación de instrumentos de retiro e impulsar el mercado de rentas vitalicias.

Con base en la experiencia internacional, agregó, se debe hacer obligatorio un plan de pensiones en cada empresa, con las ventajas fiscales respectivas y regresar incentivos fiscales a las compañías que ya brindan planes privados corporativos de pensiones.

Respecto de las sociedades de inversión para las Afore (Siefores), es importante ampliar y flexibilizar su régimen de inversión para que tengan mayor libertad de diversificación y, por tanto, producir mejores rendimientos para el trabajador.

También se sugiere la deducibilidad de 100 por ciento de las aportaciones a fondos de pensiones con reglas prudenciales de exigibilidad. De forma paralela se recomienda encarecer la informalidad y promover esquemas innovadores de ahorro complementario para el retiro.

López Macari afirmó que la reforma es prioritaria y sería un costoso error ignorar su crítica situación. No hacerlo representaría un alto costo económico, advirtió.

Por su parte, Jorge López Pérez, presidente del comité técnico nacional de seguridad social del IMEF, planteó la necesidad de que las aportaciones obligatorias aumenten a 13.5 por ciento del salario base, lo cual ayudaría a mejorar la tasa de remplazo, explicado como el porcentaje que recibirá de pensión un trabajador de su último salario, estimado actualmente entre 25 y 30 puntos, a 60.

Explicó que 13.5 se integraría del 5 por ciento que aporta el patrón al Infonavit y se reasignarían 3 puntos porcentuales para la pensión, mientras patrón, trabajador y gobierno deben aportar uno por ciento adicional a la proporción actual.

Así, las aportaciones serían: 7.5 por ciento del empleador, 1.225 del trabajador, el gobierno pondría 1.775 y 3 el Infonavit.