Martes 25 de septiembre de 2018, p. 36
Yakarta. Un indonesio de 18 años sobrevivió siete semanas a la deriva en el océano Pacífico después de que su balsa perdiera amarres y fuera arrastrada a través del mar a 2 mil 500 kilómetros, relató su familia ayer.
La epopeya de Aldi Novel Adilang comenzó a mediados de julio mientras trabajaba solo sobre una balsa de pesca que contaba con cobertizo.
Estaba encargado de mantener las lámparas de la balsa encendidas para atraer peces, y cada semana su empleador le traía agua, comida, combustible y otros suministros.
Anclada a 125 kilómetros de la isla indonesia de Célebes, la balsa no contaba con remos ni motor y quedó a la merced de las olas después de que fuertes vientos la zafaran de sus amarres y la arrastraran hasta las cercanías de la isla Guam, donde fue encontrado.
Su jefe dijo a mi marido que había desaparecido
, explicó la madre de Adilang. Así que pusimos nuestra confianza en Dios y rezamos mucho
. Las reservas del joven le duraron pocos días y logró sobrevivir pescando, señaló la cónsul indonesia de Osaka, quien supervisó el regreso del náufrago a Indonesia.
Adilang empezó a utilizar la madera del cobertizo para encender fogatas y cocinar
, después de que se le agotara el combustible; además, bebió a sorbos agua de mar filtrada con su ropa.
Una decena de barcos pasó cerca de su balsa sin detectarla, hasta que un navío panameño en dirección de Japón lo rescató el 31 de agosto.
Adilang volvió a su hogar en septiembre y se encuentra en buen estado de salud.