El modelo político de las naciones (democracia o dictadura) no es garante para erradicar la práctica de la desaparición forzada, delito de lesa humanidad que se da en diferentes países del orbe, señalaron expertos en el tema.

Durante un foro que se realizó el miércoles en el Instituto Mora, se informó que en el caso de México este fenómeno se presenta para generar terror y control sobre la población y como práctica de trata de personas para trasiego de drogas o cualquier actividad vital para el crimen organizado.

Luis Daniel Vázquez, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, aseveró que en el país estamos frente a una práctica generalizada.

Presentó datos de un estudio del Observatorio de Personas Desaparecidas, donde se desmitifican algunas afirmaciones que se han realizado sobre el tema al analizar los casos de este problema en Coahuila y Nuevo León.

Uno de esos mitos, dijo, es que existe una guerra en la que los criminales se matan y desaparecen entre ellos. Los datos revelan que en 47.52 por ciento de los casos de desaparición hay evidencia de la participación de agentes del Estado, mientras en 52.48 por ciento los responsables son particulares.

En el primer caso se responsabiliza principalmente a los agentes municipales, que son el eslabón más bajo de la cadena de agentes del Estado. Sin embargo, los análisis del observatorio muestran que en 49.25 por ciento de los casos son los policías municipales los responsables, pero en 24.63 y 26.12 por ciento hay participación de policías estatales y federales, respectivamente.

Tampoco se trata, dijo, de ajustes de cuentas entre bandas del crimen organizado, pues en 91.55 por ciento de las desapariciones la víctima no tiene antecedentes criminales.

Otro de los mitos que existen es que las desapariciones son casos individuales. Los datos muestran que donde hay participación de los agentes del Estado, 30.16 por ciento de los eventos fueron ausencias por persona, mientras en 13.26 por ciento se trata de desapariciones colectivas; en tanto que en las desapariciones donde se señala la responsabilidad de particulares, en 40.21 por ciento de los casos son sucesos individuales y 16.4 son colectivos.