Padres de pacientes del Hospital Infantil Federico Gómez, de alta especialidad, reconocen que se trata del mejor nosocomio en atención para menores con cáncer y, sin embargo, desde hace casi un mes dejó de suministrar los medicamentos e interrumpió con ello el tratamiento a sus hijos.

Es un grave problema, porque los coloca en alto riesgo, advirtieron ayer, afuera de la casa de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, donde entregaron un escrito.

En el documento dirigido al secretario de Salud de Ciudad de México, Román Rosales, y con copia para López Obrador, indicaron que el tratamiento para combatir el cáncer debe ser continuo, mientras los precios de esos medicamentos en el mercado son elevados.

Detener o cortar el tratamiento equivale a poner en riesgo la vida de los pacientes, insistieron.

A las oficinas de la colonia Roma se presentaron padres con menores que no han recibido la dotación de fármacos como purinethol, ciclofosfamida o vincristina, y explicaron que los distintos medicamentos actúan de manera conjunta, esto es, si se deja de suministrar alguno, se interrumpe el tratamiento.

Aunque la carta fue entregada por los familiares de los infantes –algunos de éstos en brazos–, los padres indicaron que el desabasto afecta a más de 500 menores.

Instalan plantón

Por otra parte, ayer también frente la casa de transición se instaló un campamento de pobladores de Amatán, Chiapas, y Coyomeapan, Puebla, afiliados a la Coordinadora Plan de Ayala Movimiento Nacional, una escisión de la que dirigía José Narro Céspedes.

Reclamaron la persistencia de cacicazgos de los hermanos Manuel y Wilber de Jesús Carpio, en Amatán, y de Araceli y David Celestino Rosas, en Coyomeapan, que, acusaron, se han mantenido en el poder durante varios trienios, alternándose las presidencias municipales, sostenidos en grupos de choque y paramilitares.

Nos quedamos en plantón indefinido, dijo Daniel Zúñiga Maldonado. Mientras se instalaron lonas frente a la casa de transición, otras personas del mismo movimiento montaron una cocina para sostener el campamento, en el andador de la avenida Álvaro Obregón, en la colonia Roma.