Pese a las políticas hostiles antinmigrantes aplicadas por la administración del presidente estadunidense, Donald Trump, los envíos de dinero de los connacionales radicados en el país vecino a México podrían aumentar 9 por ciento este año y 6 por ciento en 2019, para un total de 33 mil y 35 mil millones de dólares, respectivamente, anticipó el Grupo Financiero BBVA-Bancomer.

Durante la presentación del Anuario de migración y remesas México, que por sexto año consecutivo elabora el principal grupo financiero en México, Carlos Serrano, economista en jefe de la institución, aseguró: La realidad económica se impone a la retórica política, al explicar que con el dinamismo de Estados Unidos hace sentido económico tener más migrantes.

Informó que pese a las políticas contra los inmigrantes no se han frenado los flujos de personas indocumentadas y se mantienen en un rango constante; en 2016 la cifra llegó a 135 mil mexicanos, después de que en 2004 tuvo un máximo de 380 mil personas.

La estabilidad en la migración mexicana a Estados Unidos se ha observado desde hace 10 años. La cifra más reciente indica que en 2017 el total de mexicanos en Estados Unidos ascendió a 12.2 millones. Así, los connacionales sin documentos en Estados Unidos representan 51 por ciento del total de quienes radican en ese país en esa condición.

Serrano Herrera agregó que el fenómeno observado es el incremento en el cobro de los guías o polleros para cruzar la frontera, el cual se incrementó de 4 mil 100 dólares en 2015 a 6 mil al cierre de 2017.

El número de deportados mexicanos ha mantenido una tenden-cia descendente desde 2010. A partir de su campaña y durante su administración, Trump amenazó con deportaciones masivas.

En 2017, el presidente estadunidense señaló un aumento de las detenciones de mexicanos no documentados en ese país, pero en ese año hubo 167 mil deportaciones, 24 por ciento menos que en 2016.

Sin embargo, el año pasado 16.1 por ciento de los mexicanos deportados dejó uno o más hijos menores de 18 años en Estados Unidos, mientras en 2016 la proporción fue de 11.3 por ciento, es decir, aumentó la proporción de separaciones familiares por agentes migratorios.

El estudio precisa que en 2017 fueron detenidos 83 mil menores migrantes en Estados Unidos, la mitad acompañados y la otra solos; esto es, 19.1 por ciento menos respecto de 2016, cuando hubo más de 100 mil detenciones. La mayo-ría de los menores no acompañados provienen de Guatemala (35.8 por ciento), El Salvador (22.1 ), México (21.4) y Honduras (18.8 por ciento).

De acuerdo con el análisis, en 2016 y 2017 la dependencia de México de las remesas fue equivalente a 2.7 por ciento del producto interno bruto (PIB), uno de los mayores niveles y similar al observado en 2006. Se calcula que hay 1.6 millones de hogares que sobreviven con esos recursos.

La entidad con mayor porcentaje de hogares que reciben remesas fue Zacatecas (16.7 por ciento), seguida por Michoacán (15.8) y Nayarit (13.2 por ciento). En 2016 había cerca de medio millón de micronegocios en hogares receptores de envíos de dinero.

Sólo 20 por ciento de los migrantes mexicanos tiene nivel de licenciatura o superior, mientras entre los hijos con padre o madre mexicanos (segunda generación) y los descendientes de mexicanos (tercera) esta cifra llega a cerca de 50 por ciento, es decir, pueden aspirar a niveles educativos más altos y así a una mayor movilidad social.

Serrano señaló que la siguiente administración deberá trabajar con el fin de determinar condiciones para la migración más seguras y fortalecer la creación de trabajos formales en México.